San Salvador. El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, llegó este lunes a El Salvador para abordar temas de migración y seguridad con el presidente Nayib Bukele, aliado de Donald Trump.
En su segunda escala, tras visitar Panamá, en su primer viaje como jefe de la diplomacia estadounidense, Rubio podría plantear a Bukele la posibilidad de que El Salvador reciba a criminales deportados. Bukele goza de gran popularidad por su guerra contra las pandillas.
“Hace una década, San Salvador era la capital mundial del crimen. Hoy es una de las ciudades más seguras del mundo”, dijo recientemente Mauricio Claver-Carone, enviado especial de Estados Unidos para América Latina. También elogió a Bukele como “un gran aliado en materia de migración”.
Trump eliminó el estatus de protección temporal del que dependían más de 600.000 venezolanos en Estados Unidos. Esa medida impedía su deportación ante la crisis en Venezuela.
LEA MÁS: Migrantes encuentran refugio en México tras cierre de Estados Unidos a solicitudes de asilo
Un enviado de Washington se reunió la semana pasada con el presidente venezolano, Nicolás Maduro, y le exigió aceptar a los venezolanos deportados, incluidos miembros del Tren de Aragua, una banda criminal de origen venezolano que Trump designó como grupo terrorista.
“Los miembros del Tren de Aragua van a preferir regresar a Venezuela antes de lidiar con las cárceles de las maras en El Salvador”, afirmó Claver-Carone.
Panamá, que Rubio visitó el domingo, prometió mayor cooperación en la deportación de migrantes de otras naciones. Ese esfuerzo busca reducir la tensión generada por la amenaza de Trump de apoderarse del canal de Panamá.
Antes de partir hacia El Salvador, Rubio observó en Ciudad de Panamá un vuelo de deportación de colombianos detenidos al cruzar la selva del Darién rumbo a Estados Unidos.
“Si llegan a la frontera sur de Estados Unidos, nos crean graves problemas”, dijo a los periodistas mientras autoridades panameñas embarcaban en el avión a 32 hombres y 11 mujeres con destino a Colombia.

Aliado de agenda de Trump
El gobierno de Trump mantiene una relación cercana con Bukele y no mofidicó el estatus de protección que impide la deportación de unos 232.000 salvadoreños en Estados Unidos.
En vísperas de la visita de Rubio, Bukele elogió los esfuerzos de Trump por reducir la ayuda exterior de Washington. “No solo es beneficioso para Estados Unidos, también es una gran victoria para el resto del mundo”, escribió en inglés en su cuenta X.
Bukele respaldó los argumentos de Elon Musk y otros líderes de derecha que afirman que la ayuda estadounidense financia principalmente a grupos opositores y oenegés.
LEA MÁS: Alambres de púas y soldados en Texas: Realidad de una frontera militarizada
El Salvador recibió $138 millones en ayuda de Estados Unidos en el año fiscal 2023. Ese apoyo se destinó a programas gubernamentales, educación y sociedad civil, según cifras oficiales.
Grupos de derechos humanos critican la política de seguridad de Bukele, basada en un régimen de excepción que permite arrestos sin órdenes judiciales desde marzo de 2022.
Bukele admite que de las 83.000 personas detenidas, 8.000 fueron liberadas por ser inocentes. Sin embargo, mantiene una alta popularidad y fue reelegido el año pasado con más del 80% de los votos.
Entre los invitados a su toma de posesión estuvieron Donald Trump Jr. y Tucker Carlson, periodista conservador cercano a Trump.
Aun así, Bukele podría enfrentar críticas del expresidente estadounidense. En la convención republicana del año pasado, Trump lo acusó de reducir la criminalidad en El Salvador “enviando a sus asesinos a Estados Unidos”.
