
Con solo 29 años, Luana Lopes Lara logró lo que pocas personas en el mundo han conseguido: construyó una fortuna desde cero, sin herencias ni vínculos familiares con el poder económico.
Es brasileña, graduada del MIT y cofundadora de Kalshi, una empresa valorada en $11.000 millones, que la catapultó a convertirse en la mujer multimillonaria más joven del planeta con riqueza propia.
Según el New York Times, Luana posee entre el 10% y el 20% de la compañía, una participación que la sitúa oficialmente entre los multimillonarios mundiales. Este logro la posicionó por encima de figuras como Lucy Guo, cofundadora de Scale AI, y de celebridades como Taylor Swift, en la lista de mujeres jóvenes más ricas del mundo.
Una vida marcada por la disciplina desde la infancia
Luana creció en Brasil en un hogar donde se valoraban el esfuerzo y la excelencia. Su madre era profesora de matemáticas y su padre ingeniero eléctrico. Desde pequeña mostró interés por el conocimiento y las competencias.
En su adolescencia, ingresó a la Escuela de Teatro Bolshoi, en Brasil, donde enfrentó una rutina de ballet marcada por la exigencia extrema. Según Forbes, el entrenamiento incluía prácticas físicas como sostener cigarrillos encendidos bajo las piernas para medir resistencia.
Durante esa etapa, combinó jornadas de ballet con estudios académicos intensivos. Participó en competencias científicas y ganó medalla de oro en la Olimpíada Brasileña de Astronomía y bronce en la de Matemática de Santa Catarina.
Después de terminar el colegio, se trasladó a Austria, donde trabajó durante nueve meses como bailarina profesional. Más tarde, decidió retirarse del mundo artístico para comenzar una nueva etapa académica en los Estados Unidos.
Ingresó al Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), donde se graduó en ciencias de la computación. Durante sus años de universidad, completó pasantías en firmas financieras de alto perfil como Bridgewater Associates y Citadel.
En el MIT conoció a Tarek Mansour, su actual socio. Ambos compartían intereses por los mercados financieros y la tecnología, y en 2018 coincidieron en Nueva York como pasantes de la firma Five Rings Capital. Una noche, durante una caminata por el Distrito Financiero, discutieron cómo los inversionistas intentaban predecir eventos futuros de forma indirecta, y surgió la idea de crear una plataforma que hiciera de esos eventos un activo negociable.
En 2019, Luana y Tarek fueron aceptados en la aceleradora Y Combinator, conocida por impulsar empresas como Airbnb y Dropbox. Así nació Kalshi, una plataforma que permite negociar sobre la ocurrencia o no de eventos futuros, como elecciones, fenómenos culturales o decisiones políticas.
La empresa despegó rápidamente. En junio fue valorada en $2.000 millones, en octubre subió a $5.000 millones, y en noviembre alcanzó los $11.000 millones, tras levantar $1.000 millones en una nueva ronda de inversión liderada por Paradigm, con participación de Sequoia Capital, Andreessen Horowitz y Y Combinator.
Luana atribuye parte de su éxito a los valores inculcados en su familia. Desde pequeña buscó combinar lógica, rendimiento y ambición, tanto en el ballet como en el mundo de los negocios. Hoy, con apenas 29 años, su participación en Kalshi la ubica como una de las figuras más prometedoras del ámbito tecnológico y financiero global.
*La creación de este contenido contó con la asistencia de inteligencia artificial. La fuente de esta información es de un medio del Grupo de Diarios América (GDA) y revisada por un editor para asegurar su precisión. El contenido no se generó automáticamente.
