
Doha, Catar. La compañía aérea Qatar Airways encargó a Boeing un pedido de 210 aviones por $96.000 millones, anunció este miércoles la Casa Blanca, coincidiendo con la visita del presidente Donald Trump al emirato.
Aunque Boeing y sus clientes no suelen divulgar el precio de los aviones comprados, se trata, al parecer, del mayor pedido registrado por Boeing en términos de valor.
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El más consecuente en número de aparatos se produjo en 2023, cuando la aerolínea Air India encargó 220 aviones pero la mayoría eran 737 MAX, de un solo pasillo, mientras que el encargo de Catar Airways concierne, sobre todo, a jumbos 787 Dreamliner y 777X.
El anuncio coincidió con la visita a Catar de Trump, que se reunió cerca de dos horas con el emir, el jeque Mohamed bin Abdulrahman al Thani.

Ambos firmaron acuerdos de defensa, incluida la compra por parte de Catar de drones estadounidenses MQ-9B.
“Es el pedido de aviones más grande en la historia de Boeing, eso es bastante bueno”, aseguró Donald Trump, quien afirmó que representaba “más de 200.000 millones, pero 160 en cantidad de aviones. Es fantástico, es un récord”.
La diferencia entre las cifras comunicadas por el presidente estadounidense y la Casa Blanca podría explicarse por la diferencia entre pedidos cerrados y opciones.
El precio, en catálogo, de un 787 Dreamliner es de unos 250 millones de dólares y el de un 777X, de en torno a 440 millones. De todos modos, no se confirmó cuántos modelos de cada tipo se encargaron.
La AFP contactó tanto con Boeing como con Qatar Airways, pero ninguna de las partes quiso hacer comentarios.
La visita a Catar es la segunda etapa de la gira de Donald Trump por el Golfo, después de una primera parada en Riad, donde anunció por sorpresa que Estados Unidos levantará las sanciones a Siria y se reunió con el presidente de ese país.
Críticas por el regalo “temporal”
Un tema de debate que precedió el viaje fue el anuncio de que Trump aceptaría un lujoso Boeing 747-8 ofrecido por la familia real de Catar, para reemplazar temporalmente al actual avión presidencial Air Force One y seguir incluso usándolo después de su mandato.
El avión, estimado por los expertos en $400 millones, desató críticas por un posible conflicto de intereses pero Trump desestimó las críticas y afirmó que sería “estúpido” rechazar el avión, que, dijo, es un regalo “temporal”.
