Unos 20,5 millones de los 30,6 millones de venezolanos están llamados a elegir, en una sola vuelta, al presidente para un mandato de seis años que iniciará en enero de 2019, pues los comicios –que tradicionalmente son en diciembre– fueron adelantados por el oficialismo.
Maduro es favorito aunque 75% de los venezolanos rechaza su gestión. Según analistas, se beneficia del control social e institucional –incluido el militar–, y la fractura de una oposición cuyos principales líderes y partidos fueron inhabilitados.
Este año el país cuenta con cuatro candidatos y quien resulte ganador gobernará durante el sexenio 2019-2025.
El principal contendiente de Maduro es el candidato independiente Henri Falcón, quien se postuló luego de romper con la alianza opositora, integrada por más de tres decenas de partidos que llamaron a la abstención pero no formularon un plan alternativo a esa iniciativa.
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La firma Datanálisis da un empate técnico entre Maduro y Falcón; Delphos 43% al presidente y 24% al exchavista, e Hinterlaces 52% al mandatario contra 22% al exgobernador.
Las posibilidades de victoria de los dos candidatos restantes, el pastor evangélico Javier Bertucci y el ingeniero Reinaldo Quijada, son remotas. Ambos se encuentran muy rezagados en las encuestas.
La oposición criticó la convocatoria a las elecciones que fijó la autoridad electoral, controlada por el gobierno, argumentando que la fecha no se ajustó a las normas legales y constitucionales que establecen un plazo mínimo de seis meses previos a una elección.
De ganar algún candidato distinto a Maduro, el oficialismo ha dicho que el nuevo gobernante asumiría en enero de 2019.
Los candidatos
Nicolás Maduro
Fue elegido presidente por un estrecho margen en los comicios presidenciales de 2013 luego del fallecimiento de Hugo Chávez en marzo de ese año debido a un cáncer.
En su última aparición pública en diciembre de 2012, Chávez pidió a sus simpatizantes que en caso de quedar incapacitado para gobernar, votasen por Maduro.
Aquel fue un momento crucial en la sorprendente carrera política de Maduro: poco más de una década atrás, en los años noventa, el ahora gobernante conducía un autobús del servicio complementario del sistema de trenes subterráneos de Caracas, donde se desempeñó también como dirigente sindical.

Tras dejar su empleo, Maduro se vinculó al movimiento político organizado por Chávez justo después de que el entonces teniente coronel que encabezó un fallido y sangriento golpe militar fue liberado gracias a un perdón presidencial en 1994.
Chávez fue elegido presidente en diciembre de 1998 y unos meses después de su toma de posesión, Maduro fue designado constituyente. En 2000 fue elegido a la Asamblea Nacional y seguidamente ocupó algunos de los más altos cargos en el gobierno: canciller y vicepresidente.
El ahora mandatario, que ha dispuesto de grandes recursos en su campaña en comparación a sus contrincantes, ha ofrecido premiar a todos los que voten y que tengan el llamado "carnet de la Patria", un instrumento de identificación creado para tener acceso a los programas sociales del gobierno.
Maduro, de 55 años, es respaldado por el gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y otros nueve partidos de izquierda, incluido el Partido Comunista de Venezuela.
Henri Falcón
Este abogado, militar retirado y político de 56 años fue gobernador del estado agrícola de Lara en periodos consecutivos, entre 2008 y 2017, así como alcalde de Barquisimeto, la cuarta ciudad más grande del país, en dos ocasiones entre 2000 y 2008. Previamente fue elegido constituyente en 1999.
También fungió en 2013 como jefe de campaña del candidato opositor Henrique Capriles, quien con el apoyo unitario de los partidos de oposición perdió ante Maduro por un estrecho margen de 223.596 votos. En esos comicios la participación fue de 79,7% de un total de 18,9 millones de votantes.

Falcón –a quien algunos venezolanos perciben como un funcionario competente, pragmático y que difícilmente se deja dominar por la ideología– no figuraba entre los dirigentes opositores como principal rival del presidente que busca su reelección.
De acuerdo con la mayoría de las encuestas, entre las que se incluye una de las más recientes de la firma local Datanálisis, entre siete y ocho de cada 10 venezolanos rechazan la gestión de Maduro, pero eso aparentemente no basta para que uno de sus críticos sea elegido presidente ante la perspectiva de que la abstención podría ser masiva y por las dudas que hay sobre la pulcritud del proceso electoral.
Muchos ven con recelo la candidatura de Falcón en buena medida porque inició su carrera política en el movimiento político creado por Chávez, aunque esto no fue un impedimento para que el otrora suboficial del ejército mantuviese estrechos vínculos con el sector empresarial privado del país, habitualmente satanizado por el gobierno socialista.
Su disposición a trabajar mancomunadamente con sectores políticos y económicos adversos al gobierno, procurando el bienestar de los pobladores de Lara, le valió severas críticas de Chávez. Como opositor –después de dejar definitivamente las filas del gobierno en rechazo por la verticalidad del chavismo en la toma de decisiones– se ha manifestado a favor de mantener los generosos programas sociales impulsados por Chávez.
Javier Bertucci
El pastor evangélico de 48 años ha pedido a Falcón a que se sume a su candidatura puesto que sus seguidores, en su mayoría evangélicos, no migrarían a otra, algo que si sería posible con los simpatizantes de Falcón porque "no son electores propios".

El pastor, que se opone a la propuesta de dolarización, formuló una propuesta que se centra en rescatar los valores familiares, promover la educación, mejorar los servicios públicos y crear un nuevo marco legal que inspire confianza a los inversionistas nacionales y extranjeros.
Reinaldo Quijada
Este ingeniero de 58 años abandonó el partido de gobierno en 2013 y en 2015 fundó el partido UPP89, que rechaza cualquier vínculo con la administración de Maduro. En ese sentido ha dicho que éticamente es imposible apoyar "un gobierno indolente".
Ha pedido reiteradamente a los seguidores de Chávez que lo apoyen y voten por un país "libre de corrupción, inseguridad, hambre y escasez".
Los críticos del gobierno acusan a Quijada de ser parte de un entramado supuestamente orquestado por el oficialismo para evitar que Maduro se postulara eventualmente en solitario y de construir "una oposición hecha a la medida".
