Beirut. El presidente francés, Emmanuel Macron, acentuó este martes su presión para que la clase política de Líbano implemente “lo más rápido posible” reformas que den respuesta a la cólera de los ciudadanos, un mes después de la mortífera explosión en el puerto de Beirut.
"Es la última oportunidad para el sistema" libanés, advirtió Macron en su segunda visita a Beirut desde la tragedia del 4 de agosto que dejó al menos 188 muertos y más de 6.500 heridos.
Frente a la creciente ira de la población, que denuncia la negligencia y la corrupción de sus gobernantes, el mandatario dijo que quiere “acompañar esta presión de los libaneses y libanesas " para convencer a la clase política de la necesidad de cambio.
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“Hago una apuesta arriesgada, soy consciente de ello. Pongo sobre la mesa lo único que tengo, mi capital político”, expresó a la web de información estadounidense Politico.
La visita tuvo también carácter simbólico para demostrar que los libaneses son “como hermanos para los franceses”, según Macron, quien afirmó que volverá a Líbano en diciembre.
Macron se reunió con los principales dirigentes políticos del país, entre ellos el nuevo primer ministro Mustapha Adib, nombrado el lunes.
Para Macron, el nombramiento de este universitario de 48 años, desconocido para la mayoría de los libaneses, es una “primera señal” de cambio.
El lunes, Macron ya pidió desde Beirut un "gobierno de misión" que empiece a funcionar "lo más rápido posible".
Recordó que, en contrapartida a la puesta en marcha de “auténticas reformas” contra la corrupción, sobre todo en los sectores de la energía y de las finanzas, la comunidad internacional prometió desbloquear los fondos que necesita Líbano.
Adib tiene la desventaja de haber sido elegido, como sus predecesores, por las fuerzas políticas tradicionales, lo que le desacredita frente a los libaneses que consideran a estos políticos responsables de sus males, entre ellos la explosión del 4 de agosto.
En un signo de la voluntad de las autoridades de luchar contra la corrupción, el ministro de Finanzas dimisionario, Ghazi Wazni, firmó el martes contratos con las consultoras KPMG, Oliver Wyman y Alvarez & Marsal para auditar el Banco de Líbano, una de las demandas del Fondo Monetario Internacional y de Francia.
Conferencia para Líbano
Durante esta visita con una agenda muy cargada, Macron anunció estar dispuesto a acoger en octubre en París “una conferencia internacional de apoyo con Naciones Unidas” para recabar fondos para Líbano.
“Hay que seguir movilizando a toda la comunidad internacional”, añadió el jefe de Estado francés en un encuentro con representantes de Naciones Unidas y de ONG locales implicadas en el terreno.
La cita tuvo lugar en el portahelicópteros Tonnerre, que llegó el 14 de agosto con 750 hombres al destruido puerto de Beirut.
Durante su reunión con representantes de la sociedad civil, Macron estableció un primer balance de las ayudas a Líbano y sobre los problemas de organización que tienen las ONG.
“El 80% de los medicamentos que llegan a Líbano no están adaptados” a las necesidades reales, lamentó Antoine Zoghbi, presidente de la Cruz Roja libanesa.
Tras visitar el lunes a Fairouz, considerada a sus 85 años como la mayor cantante árabe en vida, el presidente fue el martes a la reserva natural de Jaj, en el noreste de Beirut, donde plantó un cedro, emblema de Líbano.
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Una manera de conmemorar el centenario de la creación del Estado de Gran Líbano el 1.° de setiembre de 1920 por parte del general francés Henri Gouraud.
Además de un almuerzo en el palacio presidencial, Macron se reunió con representantes de fuerzas políticas libanesas en la residencia de los Pinos, la del embajador de Francia.