
Ereván, Armenia. El presidente de Armenia, Armen Sarkisian, anunció este sábado su negativa a firmar la orden para destituir al jefe del Estado Mayor del ejército. La destitución la había decretado el primer ministro armenio, quien acusa a las fuerzas armadas de un intento de golpe de Estado.
“El presidente de la República, en el marco de sus poderes constitucionales, devolvió el proyecto de decreto con objeciones”, dijo en un comunicado la Presidencia, la cual considera que la crisis “no puede resolverse con frecuentes cambios de personal”.
La decisión del jefe de Estado armenio ahonda la crisis política de esta nación, la cual inició con la derrota de Armenia frente a Azerbaiyán, en la guerra por el control de la región de Nagorno Karabaj, en noviembre.
Ante el riesgo de una debacle, el primer ministro Nikol Pashinyan aceptó, con el apoyo del ejército y de su Estado Mayor, un alto al fuego negociado por el presidente ruso, Vladimir Putin. Dicho acuerdo implicaba pérdidas territoriales para Armenia.
Sin embargo, las divisiones se acentuaron el jueves, cuando Pashinyan desafió un llamado de los militares para que dimitiera. Luego acusó al ejército de un intento del golpe y ordenó destituir al jefe del Estado Mayor, Onik Gasparian.
A primera hora del sábado, unos 5.000 manifestantes de la oposición que ondeaban banderas armenias y pedían la dimisión del jefe del gobierno, se concentraron ante el Parlamento en Ereván. Algunos incluso instalaron un campamento.
“Hoy Pashinyan no tiene ningún apoyo. Pido a los servicios de seguridad y a la policía que se unan al ejército, que lo apoyen”, dijo el ex primer ministro Vazgen Manukian, a quien la oposición quiere al frente de un nuevo gobierno.
“Estoy seguro de que la situación se resolverá en dos o tres días”, dijo Manukian a la multitud.
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