Río de Janeiro. El juez de la Corte Suprema de Brasil que ordenó bloquear la aplicación Telegram en ese país dio este sábado 24 horas a la empresa para cumplir las órdenes judiciales pendientes y poder revertir la suspensión.
“Hasta ahora, Telegram cumplió parcialmente las determinaciones judiciales, siendo necesario su cumplimiento integral para revertir la decisión”, afirma una nueva resolución del juez del Supremo Tribunal Federal (STF), Alexandre de Moraes, quien considera que la compañía incumplió órdenes judiciales para combatir la desinformación y que no coopera con las autoridades en la represión de otros delitos.
La decisión del magistrado de suspender la plataforma en todo el territorio brasileño había sido dada a conocer el viernes.
Pieza clave en la estrategia del presidente ultraderechista Jair Bolsonaro de cara a las elecciones de octubre, la aplicación de mensajes continuaba funcionando normalmente este sábado, aunque operadoras de telefonía móvil como TIM ya estaban avisando por SMS a sus clientes que sería bloqueada a partir del lunes.
El nuevo plazo para revertir la decisión fue dado después que el fundador de Telegram pidiera disculpas a la Corte Suprema y afirmara que los incumplimientos que motivaron el bloqueo se debieron a un “problema de comunicación” por e–mails traspapelados, pidiendo más tiempo para cumplir con las órdenes judiciales.
Tras “el establecimiento de la comunicación de la plataforma con el STF”, Moraes accedió a otorgarle a la compañía 24 horas para cumplir las determinaciones pendientes, entre ellas la de nombrar un representante legal en Brasil, eliminar perfiles y detallar las medidas que adopta la empresa para combatir la desinformación.
En paralelo, el gobierno brasileño intentaba por su lado revertir la suspensión. La Abogacía General de la Unión (AGU) presentó la madrugada de este sábado un recurso ante otra jueza del STF argumentando que la medida contra Telegram es “desproporcionada” y carece de base legal.
Con la intención de actuar contra “pocos investigados, perjudica a los millones de usuarios del servicio de mensajes”, muchos de los cuales lo utilizan para su “subsistencia”, argumentó el abogado general de la Unión, Bruno Bianco, en su pedido, divulgado por la prensa este sábado.
Bianco defiende que la ley brasileña permite aplicar este tipo de sanciones “a proveedores de conexión o aplicaciones de Internet (como Telegram o WhatsApp)” en caso de violar la privacidad u otras infracciones, pero no por incumplir órdenes judiciales, por lo que pidió revertir la medida. De momento, el STF no se ha pronunciado sobre ese pedido.
Apoyo a Bolsonaro
Jair Bolsonaro, quien tiene más de un millón de seguidores y numerosos grupos de apoyo en Telegram, calificó la suspensión como “inadmisible” y dijo que amenaza “la “libertad” de los brasileños.
Plataforma clave en la estrategia oficialista de cara a las elecciones de octubre, Telegram llevaba tiempo en la mira de la justicia brasileña. Las autoridades judiciales se han mostrado especialmente molestas con el hecho de que la compañía no tenga representación legal en Brasil y no responda a sus demandas para evitar una avalancha de desinformación en las próximas elecciones, como la que sacudió la campaña electoral del 2018.
Entre las órdenes incumplidas por Telegram, el juez Moraes citó el mantener abiertos perfiles relacionados al bloguero bolsonarista Allan dos Santos, investigado por difundir desinformación, y también la falta de colaboración en casos de abuso sexual de menores y pornografía infantil.
También recordó que la justicia electoral de Brasil intentó reunirse, sin éxito, con representantes de Telegram para que la compañía colaborara en el combate a la desinformación de cara a las presidenciales de octubre, como se comprometieron Twitter, TikTok, Facebook, WhatsApp, Google, Instagram, YouTube y Kwai.
Basada en Dubái, Telegram está instalada en el 53% de los celulares brasileños y es la plataforma que más crece en el país, según el Tribunal Superior Electoral.
Una medida ‘no sorprendente’
Telegram, que ha sido objeto de prohibición o restricciones en varios países, como India y Rusia, llevaba tiempo en la mira de las autoridades brasileñas. Para el coordinador del Monitor de Debate Político en el Medio Digital, Pablo Ortellado, la explicación del CEO de Telegram sobre los e–mails perdidos “es difícil de creer, pero muestra que (la empresa) cumplirá las determinaciones de la Corte Suprema”.
Esa sería “la mejor salida para esta crisis”, opinó en Twitter el profesor, para quien la suspensión de la plataforma puede tener “grandes repercusiones políticas y electorales”.
Bolsonaro, quien probablemente enfrentará en las urnas al expresidente izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva, está concentrando desde hace meses a su militancia en grupos y canales de Telegram, tras ver borradas algunas de sus publicaciones en YouTube, Twitter y Facebook por informaciones falsas.
Al revés de otras aplicaciones, Telegram permite grupos de hasta 200.000 personas, canales sin límite de usuarios y prácticamente no modera los contenidos, con lo que el potencial para que alguno se torne viral es infinito. Además, tiene chats secretos y los mensajes se pueden autodestruir.