Cerca de 60.000 migrantes de Honduras, Nicaragua y Nepal que se encuentran en Estados Unidos bajo la figura de un estatus de protección temporal (TPS, por sus siglas en inglés) corren el riesgo de deportación.
Este miércoles, un tribunal de apelaciones de San Francisco, en California, falló en favor de la administración de Donald Trump y retiró la protección contra la deportación. Así, se revocó la sentencia de una magistrada de distrito que días atrás había frenado la eliminación del TPS argumentando que ninguno de los afectados había cometido algún crimen, por lo que no veía razones para su expulsión del país.
Según la agencia de prensa EFE, el nuevo fallo implica que los beneficiarios nepaleses del TPS perderán su estatus legal y autorización de trabajo de inmediato, y los beneficiarios hondureños y nicaragüenses del TPS perderán su amparo el 8 de septiembre.
De acuerdo con el diario español El País, muchas de estas personas (unos 51.000 hondureños y 3.000 nicaragüenses) llegaron al país norteamericano en 1999, luego de sufrir los embates del huracán Mitch.
“Estas recibieron una protección temporal de las autoridades estadounidenses que se podía renovar indefinidamente y que incluye un permiso de trabajo, aunque no les permite aspirar a la ciudadanía”, explicó El País.

El gobierno estadounidense indicó que las condiciones en los países de origen han mejorado en comparación a cuando los permisos fueron emitidos, por lo que no hay necesidad de mantenerlos vigentes.
Según la agencia EFE la administración Trump también ha cancelado el TPS a unos 350.000 venezolanos y al menos medio millón de haitianos.
