
Berlín, Alemania. Los servicios alemanes de inteligencia interior clasificaron el viernes al partido Alternativa por Alemania (AfD), que quedó segundo en las últimas elecciones legislativas, como un movimiento “extremista de derecha demostrado”, y la formación denunció un “golpe duro para la democracia”.
Al clasificarlo como “extremista”, las autoridades podrían someter al partido a una alta vigilancia.
La ideología de AfD, que “desvaloriza grupos enteros de la población en Alemania y atenta contra su dignidad humana”, no es “compatible con el orden democrático fundamental”, consideró la Oficina de Protección de la Constitución en un comunicado.
El jefe de la diplomacia estadounidense, Marco Rubio, calificó de “tiranía” que los servicios de inteligencia interior de Alemania designaran a AfD como grupo extremista.
“Alemania acaba de dar a su agencia de espionaje nuevos poderes para vigilar a la oposición”, opinó Rubio en la red social X.
“Eso no es democracia: es tiranía disfrazada”, añadió.
El multimillonario Elon Musk dijo por su parte que prohibir a AfD “sería un ataque extremo a la democracia”.
El gobierno alemán defendió el viernes la decisión de sus servicios, tras la declaración de Rubio.
“Es la democracia”, respondió directamente en inglés el ministerio alemán de Relaciones exteriores a Rubio en X, y agregó: “Nuestra historia nos enseñó que hay que detener el extremismo de derecha”.
Los líderes de la formación AfD, Alice Weidel y Tino Chrupalla, denunciaron en un comunicado un “golpe duro para la democracia alemana”.
Aseguraron que el partido “continuará defendiéndose jurídicamente contra estas peligrosas difamaciones para la democracia”.
El vicepresidente estadounidense JD Vance, que en febrero se reunió en Múnich con Weidel, acusó a Alemania de levantar un nuevo Muro de Berlín.
Los países de “Occidente derribamos el Muro de Berlín juntos. Y ha sido reconstruido, no por los soviéticos ni los rusos, sino por el establishment alemán”, declaró Vance.
En las elecciones legislativas del 23 de febrero, AfD registró un avance histórico y duplicó su anterior resultado, al recabar más del 20% de los votos.
Desde entonces, el partido, fundado en 2013, incluso superó en algunos sondeos a los democristianos de la CDU, la formación conservadora de Friedrich Merz, que será investido canciller el próximo martes.
La Oficina de Protección de la Constitución no precisó qué consecuencias concretas tendrá esta calificación, pero la medida otorga a las autoridades importantes medios de vigilancia y de control, incluso de las comunicaciones privadas.
El anuncio también podría reimpulsar el debate sobre una eventual ilegalización de la formación.
Los servicios de inteligencia alemanes ya habían clasificado como “extremista” a las juventudes de AfD y a varias ramas regionales del partido, radicadas en territorios de la otrora Alemania del Este.
En su comunicado, la Oficina destaca la “actitud globalmente hostil hacia los migrantes y los musulmanes” por parte del partido ultraderechista.
“La agitación continua contra los refugiados o los migrantes favorece la propagación y la profundización de los prejuicios, del resentimiento y del miedo hacia ese grupo de personas”, señala.
