AFP. Lima. El congresista peruano Fernando Olivera Vega, un tenaz fiscalizador que se ha ganado una imagen de “cazador de corruptos”, se convirtió en el personaje que obligó al presidente Alberto Fujimori a anunciar la noche del sábado su retiro del poder en Perú.
Olivera, de 42 años, presentó a la prensa el jueves un vídeo en que se ve al asesor presidencial, Vladimiro Montesinos, entregando dinero a un congresista de la oposición que luego se pasó al oficialismo, lo que causó un terremoto político al interior del gobierno del presidente Fujimori.
En un mensaje al país en la noche del sábado, el mandatario convocó a nuevas elecciones en el plazo más breve y anunció que no presentará su candidatura.
"Hemos logrado derrotar a quienes se creían dueños del Perú y se olvidaban que había todavía peruanos capaces de no permitir la corrupción y por eso colaboraron con el vídeo que permitió destapar el verdadero rostro de Montesinos", dijo Olivera en la madrugada de ayer. Nacido en Lima, desde su época universitaria Olivera se interesó por la política, formando el Frente Estudiantil Independiente, movimiento que después integró el Partido Popular Cristiano (PPC, conservador) siendo elegido dirigente de la comisión nacional de juventudes de esa agrupación política.
Tras ser secretario del primer Fiscal de la Nación, fue elegido en 1985 diputado, pero luego se alejaría del PPC para fundar el Frente Independiente Moralizador (FIM).
Olivera se convirtió en el más tenaz crítico del presidente de ese entonces, Alan García Pérez, lo cual le ocasionó serios enfrentamientos verbales y en algunos casos hasta fue agredido por parlamentarios del Partido Aprista Peruano, en el poder entre 1985-90.
En 1990 fue reelegido como parlamentario y emprendió una dura campaña para denunciar constitucionalmente al expresidente García por enriquecimiento ilícito. En su empeño por sentar en el banquillo de los acusados al exmandatario, encontró supuestas cuentas secretas de García producto de posibles sobornos.
