
La región del Mediterráneo enfrenta esta semana una intensa ola de calor que ha provocado el cierre parcial de sitios turísticos emblemáticos y agravó incendios forestales de gran magnitud.
En Grecia, las autoridades ordenaron este martes el cierre temporal de la Acrópolis de Atenas, uno de los destinos turísticos más visitados del mundo, debido a las altas temperaturas que azotan el país.
El icónico sitio arqueológico permanecerá cerrado entre la 1 p.m. y las 5 p.m., justo en las horas de mayor exposición al calor, con el objetivo de proteger a turistas y trabajadores.
Las temperaturas en el norte y centro del país podrían alcanzar los 42 °C, mientras que en la capital, Atenas, se prevé que el mercurio suba hasta los 38 °C.
Como medida adicional, el gobierno griego prohibió los trabajos al aire libre —como construcción y entregas en bicicleta o monopatín— entre las 12 m. y las 5 p. m. en varias regiones, con multas de hasta 2.000 euros (unos $2.350) por incumplimiento.
Meteorólogos locales han calificado este fenómeno como una “canícula”, aunque destacan que las temperaturas no son inusuales para esta época del año.
La ola de calor se espera que disminuya hacia el jueves. La Defensa Civil advirtió, además, sobre un alto riesgo de incendios forestales en la región del Ática, el centro del país y el Peloponeso, debido al calor extremo y los fuertes vientos.
Mientras tanto, en Siria, la situación es aún más crítica.
Desde hace seis días, incendios forestales devastan la provincia costera de Latakia, donde se estima que han sido consumidas unas 10.000 hectáreas de bosque, según datos de la Oficina de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA). Las autoridades sirias han solicitado ayuda a la Unión Europea para combatir los fuegos.
Raed al Saleh, ministro sirio encargado de situaciones de emergencia, informó que los incendios se han visto avivados por el viento, las altas temperaturas y las condiciones geográficas adversas, incluida la presencia de minas.
Equipos de Jordania, Turquía y Líbano ya se han sumado a las labores de extinción junto a bomberos locales.
Durante la noche, el fuego alcanzó la localidad de Ghasaniyé, donde se evacuó a mujeres y niños gracias a la colaboración entre rescatistas y habitantes.
La combinación de temperaturas extremas y vientos ha generado condiciones propicias para incendios en varias zonas del sur de Europa y el Medio Oriente.
Según expertos, estos fenómenos se vuelven cada vez más frecuentes e intensos como consecuencia del cambio climático atizado por el ser humano.
