Castaic. Un nuevo incendio forestal se desató al norte de Los Ángeles este miércoles, lo que obligó a las autoridades a emitir miles de órdenes de evacuación en la costa oeste de Estados Unidos, afectada durante las últimas dos semanas por voraces llamaradas.
El fuego avanza sin control en las colinas próximas al lago Castaic, a unos 60 kilómetros de Los Ángeles. En pocas horas, las llamas consumieron más de 3.800 hectáreas.
Los fuertes y secos vientos de Santa Ana, característicos de esta época del año en California, avivan el fuego. Estos vientos recobraron intensidad esta semana en la región, esparciendo columnas de humo y brasas.
“La combinación de fuertes vientos, baja humedad y vegetación seca propicia la rápida propagación de este incendio”, comentó Brent Pascua, del Departamento de Bomberos de California.
El Servicio Nacional de Meteorología extendió una alerta roja hasta la mañana del viernes en la región de Los Ángeles y el vecino condado de Ventura. Se espera que la resequedad y los vientos de hasta 100 kilómetros por hora continúen durante el jueves.
“La situación es dinámica y la contención del fuego presenta un desafío considerable”, declaró Anthony Marrone, jefe del departamento de bomberos del condado de Los Ángeles, en conferencia de prensa.
Miles de bomberos combaten las llamas por tierra, mientras que equipos aéreos, con helicópteros y otras aeronaves, lanzan agua y retardante de manera incesante.
“Trabajaremos durante toda la noche para lograr un mayor control del perímetro”, agregó Marrone.
Las autoridades emitieron órdenes de evacuación que afectan a unas 31.000 personas. Otras miles se encuentran bajo advertencia.
“Estamos listos para evacuar”, dijo un residente llamado Fred en entrevista con la televisora KTLA, mientras rociaba su casa con una manguera. “Es aterrador”, añadió, refiriéndose a la violencia de las llamas.
Fred relató que mientras paseaba a sus animales cerca de una colina, observó humo en el cañón. “En menos de cinco minutos, se convirtió en la columna de humo más grande que he visto. La oscuridad se apoderó del lugar repentinamente”.
Cerca de 2.000 estudiantes de la región fueron evacuados de los centros educativos, informó el superintendente escolar de Castaic, Bob Brauniesen. En la región, existen cuatro centros penitenciarios que albergan a unas 4.700 personas, según informaron las autoridades.

Unos 476 reos de uno de estos centros fueron evacuados la tarde de este miércoles, informó el sheriff del condado de Los Ángeles, Robert Luna. “Contamos con un plan en caso de que el incendio empeore”, agregó Luna.
El avance de las llamas provocó el cierre de varias arterias viales. Las autoridades urgieron a los ciudadanos a acatar las órdenes de evacuación y abandonar la zona amenazada de inmediato.
“Si hay una orden de evacuación, desalojen ahora mismo. No esperen. La situación no cambiará en diez minutos. Queremos que evacuen ahora. Tomen lo necesario y váyanse lo más rápido posible”, dijo Bill Miranda, alcalde de la vecina ciudad de Santa Clarita.
El gobernador de California, Gavin Newsom, informó el envío de refuerzos estatales para apoyar la lucha contra el incendio.
Este nuevo incendio se produce después de que otros incendios forestales arrasaran comunidades enteras en los alrededores de Los Ángeles, causando la muerte de al menos 28 personas, el desplazamiento de decenas de miles y la destrucción de miles de estructuras.
El sur de California experimenta un inicio de temporada de lluvias muy seco, con más de ocho meses sin precipitaciones en algunas localidades.

