
Upinniemi, Finlandia. Vestidas con uniformes rojos y botas de goma, 28 mujeres se lanzan al agua helada desde una base naval junto al mar Báltico.
Participan en un curso de defensa civil en Finlandia, donde aprenden técnicas de rescate acuático como parte del módulo “Seguridad en el mar”, cada vez más popular entre quienes buscan estar preparados ante posibles crisis.
La formación incluye respuestas a emergencias como apagones masivos, desastres naturales, ciberataques o conflictos armados. El interés por este tipo de capacitación aumentó significativamente tras la invasión rusa a Ucrania en 2022 y durante la pandemia de covid-19, explicó Eija Eriksson, instructora voluntaria del curso.
“El atractivo de estos programas de preparación ha crecido enormemente en los últimos años, especialmente entre las mujeres”, indicó Eriksson, representante de la Asociación Nacional Femenina de Preparación para Situaciones de Emergencia.
Esta organización ofrece los cursos en conjunto con la Asociación Finlandesa de Formación en Defensa Nacional (MPK).
La alta demanda ha provocado que los cupos se llenen en minutos, agregó Eriksson.
A pocos metros, se escuchan disparos provenientes de un ejercicio militar en la base de la brigada costera de Upinniemi, en el golfo de Finlandia.
Un país en alerta
Finlandia, que comparte una frontera de 1.340 kilómetros con Rusia, abandonó su política de no alineamiento militar y se unió a la OTAN en 2023, como respuesta a la guerra en Ucrania.
Desde entonces, prometió elevar su presupuesto en defensa hasta 5% del PIB, en línea con los demás países miembros de la alianza.
El país, que fue parte del imperio ruso hasta 1917, resistió una invasión soviética en 1939. Aunque la defensa fue feroz, Finlandia se vio obligada a ceder parte de la provincia de Carelia en el acuerdo de paz con Moscú.
Con una población de 5,6 millones de habitantes, Finlandia mantiene un ejército sólido, con más de 280.000 soldados y 870.000 reservistas. Además, ha reforzado la preparación como una competencia ciudadana esencial.
Según datos de la MPK, en 2024 se impartieron 3.272 cursos de formación en defensa militar y civil, que sumaron más de 140.000 días de capacitación. Un 20% de los participantes fueron mujeres.
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“Creo que lo importante no es tener miedo, sino estar preparadas”, comentó Susanna Makela, especialista en recursos humanos, tras completar una práctica de navegación con mapa y radar.
El servicio militar es obligatorio para los hombres en Finlandia y voluntario para las mujeres desde 1995. Este año, 1.448 mujeres se alistaron.
Un estudio reciente de la Asociación Nacional Femenina reveló que cerca del 70% de las finlandesas se muestran dispuestas a defender las fronteras del país.
Más allá de la guerra
“Queremos estar listas por si Rusia nos afecta, tal vez no con una guerra directa, pero sí de otras formas”, afirmó Johanna Piispa, ingeniera de 48 años. Ella participa en otro taller, enfocado en responder a cortes eléctricos prolongados.
En grupos pequeños, las mujeres aprenden a usar generadores y debaten sobre cómo abastecer un hogar durante un apagón.
Según Piispa, el ambiente exclusivamente femenino facilita el aprendizaje de habilidades tradicionalmente asociadas con los hombres. “Quiero entender cómo funcionan estas máquinas y saber operarlas yo misma. En general, son los hombres quienes las manejan”, explicó.
“Quiero protegerme, y también a mi familia y a otras personas”, concluyó.
