
Gaza, Territorios Palestinos. Más de 500.000 palestinos retornaron a Ciudad de Gaza desde la entrada en vigor del alto el fuego entre Israel y Hamás, informó este sábado la Defensa Civil del territorio palestino.
El regreso masivo se da en medio de una devastación casi total y ante las advertencias del ejército israelí de que algunas zonas del norte siguen siendo “extremadamente peligrosas” para la población civil.
Mahmud Basal, portavoz de la agencia de socorro de la Defensa Civil, indicó que “más de medio millón de personas” han vuelto a la ciudad entre el viernes y el sábado, luego de la retirada parcial de las tropas israelíes.
La tregua, aprobada el viernes, marca el inicio de la primera fase de un acuerdo que prevé la liberación de todos los rehenes israelíes cautivos en Gaza desde el ataque de Hamás del 7 de octubre de 2023, a cambio de la excarcelación de prisioneros palestinos.
Con el cese de las hostilidades, decenas de miles de desplazados emprendieron el retorno desde el sur de la Franja hacia el norte, muchos a pie, atravesando kilómetros de destrucción. Entre ellos está Raja Salmi, quien caminó más de 15 kilómetros desde Jan Yunis hasta el barrio de Al Rimal, en Ciudad de Gaza.
“Caminamos durante horas, y cada paso estaba cargado de miedo y angustia por mi casa”, relató. Pero al llegar, solo encontró escombros. “Ya no existe, no es más que un montón de ruinas. Me paré frente a ella y lloré. Todos los recuerdos no son más que polvo”, dijo.
La escena se repite en toda la ciudad, donde, según la ONU, vivían antes de la guerra alrededor de un millón de personas. La mayoría de los edificios están destruidos o gravemente dañados, y las calles se cubren de polvo y restos de concreto.
“No sé qué decir. Las imágenes son más fuertes que cualquier palabra: destrucción, destrucción y más destrucción”, expresó Saher Abu al Ata, otro residente, frente a los restos del hospital infantil Al Rantisi.

Tregua con condiciones y desconfianza
El acuerdo de paz, impulsado por un plan de 20 puntos del presidente estadounidense Donald Trump, contempla la liberación de los 47 rehenes restantes, vivos o muertos, de los 251 secuestrados por Hamás en 2023.
A cambio, Israel liberará a 250 prisioneros, incluidos condenados a cadena perpetua por ataques mortales, y a 1.700 gazatíes detenidos desde el inicio de la guerra.
Trump, quien afirmó que “la tregua se mantendrá” porque “ambas partes están cansadas de luchar”, anunció que viajará a Israel y Egipto, dos de los países mediadores junto con Catar y Turquía.
Sin embargo, persisten temas críticos, como el desarme de Hamás y la propuesta de crear una autoridad de transición para Gaza, también parte del plan del mandatario republicano.
Tras meses de ofensivas, bloqueos y hambre, las agencias humanitarias esperan aprovechar la tregua para intensificar la ayuda. La Oficina de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA) informó que Israel autorizó la entrada de 170.000 toneladas de suministros para los primeros 60 días del alto el fuego.
“Las necesidades más básicas siguen siendo urgentes en Gaza: equipos médicos, medicinas, alimentos, agua, combustible y refugio adecuado para dos millones de personas que enfrentarán el invierno sin techo”, advirtió Jacob Granger, coordinador de Médicos Sin Fronteras (MSF) en el enclave.
El Ministerio de Salud de Gaza, controlado por Hamás, estima en 67.682 los muertos desde el inicio del conflicto, más de la mitad mujeres y niños, cifras consideradas creíbles por la ONU.
En Israel, el ataque inicial de Hamás del 7 de octubre de 2023 dejó 1.219 víctimas, en su mayoría civiles, según un recuento basado en datos oficiales israelíes.
Mientras los desplazados caminan de vuelta entre ruinas y polvo, Gaza trata de comenzar una nueva etapa marcada por la incertidumbre y el dolor. El silencio del alto el fuego apenas deja oír el eco de una pregunta colectiva: ¿qué queda por reconstruir cuando todo ha sido destruido?
