
Robert Prevost, el nuevo papa León XIV, protagonizó una historia que ahora resurge por su valor simbólico.
Una conversación ocurrida años atrás entre él y su amigo César Piscoya ha captado la atención tras su elección como el pontífice número 267 de la Iglesia Católica.
LEA MÁS: Hermano del papa revela que León XIV no deseaba ser elegido pontífice: ‘Dios no lo quiera‘, decía
Piscoya, de nacionalidad peruana, conoció a Prevost mientras ambos servían en una parroquia en Chiclayo, Perú, entre febrero de 2017 y diciembre de 2022.
Durante ese periodo desarrollaron una amistad cercana, basada en su trabajo pastoral y en múltiples encuentros donde compartieron reflexiones sobre su fe y su labor misionera.
En una de esas conversaciones, Prevost aún no ostentaba el título de cardenal, el cual asumió en setiembre de 2023. En tono de broma, Piscoya le expresó su deseo de abrazar a un papa, afirmando que, pese a haber estado cerca de Juan Pablo II, Benedicto XVI y Francisco, nunca había tenido ese gesto con alguno de ellos.
Ante esas palabras, Prevost le respondió simplemente: “Abrázame”. Ambos se rieron, tomando la frase como una ocurrencia amistosa sin mayor trascendencia. Sin embargo, con el tiempo, ese instante se convirtió en una especie de presagio.
El pasado 8 de mayo de 2025, Robert Prevost fue elegido Papa, convirtiéndose en el sucesor número 267 de San Pedro. Al recordar ese episodio, Piscoya, visiblemente conmovido, afirmó que volvió a insistirle en tono de broma: “No te olvides que quiero abrazar a un papa”.
Desde diciembre de 2022, ambos no se han vuelto a ver en persona. Durante su tiempo en Chiclayo, solían encontrarse con frecuencia para revisar el trabajo pastoral que llevaban adelante.
LEA MÁS: León XIV, el papa que vivió en Perú: la historia de su DNI (cédula) peruano
Esa cercanía permitió que Piscoya conociera detalles del carácter de su amigo, a quien describió como alguien que confiaba profundamente en los laicos.
También recordó una conversación en la que, al notar que Prevost viajaba frecuentemente a Roma, le advirtió en tono jocoso que tuviera cuidado de quedarse allá.
Poco después, entendió que esas visitas respondían a tareas asignadas por el entonces papa Francisco, quien depositaba una alta confianza en el ahora Papa León XIV.
*La creación de este contenido contó con la asistencia de inteligencia artificial. La fuente de esta información es de un medio del Grupo de Diarios América (GDA) y revisada por un editor para asegurar su precisión. El contenido no se generó automáticamente.
