
Mae Sai, Tailandia. Una audaz misión de rescate en las inundadas grutas de una laberíntica cueva tailandesa terminó con el rescate de los 12 niños y su entrenador de fútbol, concluyendo un drama de 17 días que mantuvo en vilo a muchas personas en todo el mundo.
Una fuerza de operaciones especiales de la Marina tailandesa informó en su página de Facebook que los últimos cuatro jóvenes que quedaban y su entrenador de 25 años fueron sacados exitosamente la tarde de este martes.
Unas horas después también salieron los buzos y los médicos que acompañaron a los menores en los últimos momentos de la operación.
Los otros ocho chicos fueron rescatados por buzos tailandeses y extranjeros entre el domingo y el lunes.
“No sabemos si esto fue un milagro o algo científico o qué, pero lo cierto es que los 13 Jabalíes Salvajes –el nombre de su equipo de fútbol– están fuera de la cueva”, agregó la fuerza. “Todos están a salvo”.
Los aplausos y gritos estallaron en una dependencia del Gobierno, donde voluntarios y periodistas aguardaban noticias de los menores atrapados.
Se escucharon helicópteros sobrevolando la zona, los cuales transportaron a los muchachos que habían sido sacados de la cueva. La gente en la calle aplaudía al ver llegar las ambulancias al hospital, en la ciudad de Chiang Rai.
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Amporn Sriwichai, tía del entrenador Ekkapol Chantawong, expresó su júbilo por el rescate. “Cuando lo vea le voy a dar tremendo abrazo y le voy a decir que lo quiero mucho, que lo extrañé mucho”, relató.
Payap Maiming, quien ayudó a dar alimentos y suministros básicos a las fuerzas de rescate y a los periodistas, dijo que lo que ocurrió fue “un milagro”.
Drama en la cueva. La odisea de los jóvenes futbolistas llamó la atención no solo de Tailandia sino al mundo entero, desde el plomizo momento en que se reportó su desaparición, hasta las primeras y borrosas imágenes de video de los chicos en la cueva, hallados con vida 10 días después por un par de buzos británicos.
Los chicos y su entrenador ingresaron a la cueva Tham Luang el 23 de junio, cuando fueron a explorarla tras un partido de fútbol, pero quedaron atrapados por el agua que trajo una torrencial lluvia monzónica.

Cada uno de los chicos, cuyas edades van de 11 a 16 años, fue escoltado hasta la salida por dos buzos en los últimos tres días del operativo. Los estrechos pasadizos tenían colocados tanques de oxígeno en localidades estratégicas para que los jóvenes pudieran recargar su suministro periódicamente.
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Como prueba de lo difícil de la hazaña, un exmiembro de la fuerza especial de la Marina tailandesa murió el viernes cuando trataba de colocar esos tanques de oxígeno en la cueva.
Los rescatistas utilizaron un sistema de bombeo de agua para hacer la ruta más transitable y la confianza de los buzos fue aumentando a medida que cada fase de la misión del operativo concluía con éxito.
Los primeros ocho niños extraídos se encuentran en “buen estado” de salud, indicaron las autoridades.
Ellos fueron sometidos a radiologías y análisis de sangre. Dos de ellos, que mostraban síntomas de neumonía, recibieron antibióticos y se encuentran en un estado normal.
Todos fueron sometidos a pruebas radiológicas y sanguíneas. Los análisis de sangre se enviaron a Bangkok y los resultados se conocerán pronto.
Además, se les vacunó contra el tétanos y contra la rabia. Aunque el riesgo de que los murciélagos, vectores de la enfermedad, los hayan mordido mientras dormían es muy bajo.
