
San Roque, España. Más de 300 migrantes rescatados hace una semana frente a las costas libias por una ONG española culminaron este viernes en el sur de España su travesía por el mar Mediterráneo, tras haber sido rechazados por Italia y Malta.
El buque de la ONG española Proactiva Open Arms entró al ser las 8:30 a. m. locales (1:30 a. m. hora costarricense) en la bahía de Gibraltar y atracó media hora después en el puerto de Crinavis, en el municipio de San Roque, constató la AFP.
Después de una odisea que los llevó a celebrar la Navidad en alta mar, los ocupantes del buque gritaron y aplaudieron al llegar a puerto."Misión cumplida", tuiteó el fundador de la ONG, Óscar Camps.
Buenos días, el #OpenArms ya en la bahía se dirige al punto de atraque, del único puerto seguro disponible en el Mediterráneo. Misión cumplida. pic.twitter.com/L6nw1FXlB2
— Oscar Camps (@campsoscar) December 28, 2018
Empezando por las mujeres y los 139 menores rescatados, los 311 migrantes procedentes de países como Somalia, Nigeria y Malí desembarcaron del buque y fueron atendidos por la Cruz Roja, que les ofreció ropa, comida y asistencia médica.
“Las condiciones son buenas en general”, con una sola persona evacuada por vómitos, explicó el responsable de urgencias de Cruz Roja en España, Íñigo Vila.
Rescatados el 21 de diciembre a bordo de tres embarcaciones precarias, esas personas fueron rechazadas por Italia y Malta y recibieron el silencio por respuesta de Libia, Francia y Túnez.
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El sábado pusieron rumbo a España después de la luz verde del gobierno de Pedro Sánchez (y emprendieron una semana de trayecto en la que incluso festejaron la Navidad a bordo del Open Arms, como muestran las fotos difundidas por la ONG.
“Estamos hablando de vidas en peligro, de personas que necesitaban atención y ayuda. Y ha sido muy lamentable tener que hacer ocho días de navegación para depositarlas en un puerto seguro”, denunció ante los medios Óscar Camps.
Aunque no abrieron sus puertos, Malta permitió la evacuación en helicóptero de una mujer y un bebé nacido días antes de la travesía en una playa libia e Italia aceptó la recepción de otro menor en la isla de Lampedusa.
Otra embarcación de esta organización española, el velero Astral, los reabasteció el lunes en alta mar dándoles comida, medicamentos y mantas.
Operaciones de auxilio
A finales de noviembre, Proactiva Open Arms reanudó junto a otras dos ONG sus misiones de rescate en la costa libia, suspendidas durante dos meses por la “criminalización” sufrida particularmente desde Italia y su ministro de Interior de extrema derecha, Matteo Salvini.
Otro buque de la misión, de la organización alemana Sea-Watch, navega actualmente frente a Libia con 32 personas rescatadas el 22 de diciembre que, según la ONG, fueron rechazados por Italia, Malta, España, Holanda y Alemania.
Después de acercarse a Malta y Lampedusa el martes, el barco viró el jueves hacia el sur para socorrer a una embarcación en apuros con 75 ocupantes.También el jueves, una nave de la policía aduanera italiana socorrió a 43 migrantes que desembarcaron en un puerto de Sicilia.
Si bien las autoridades mantuvieron discreción sobre este desembarco, que contradice la política de Salvini, la Cruz Roja difundió las imágenes de su llegada en las redes sociales.
Es la primera vez desde hace casi cinco meses que España acepta a un barco humanitario con migrantes rescatados.

Llegado al poder en junio, Sánchez dio un golpe de efecto días después acogiendo al navío humanitario Aquarius, rechazado previamente por Italia y Malta y foco de fuertes tensiones en Europa por la política migratoria.
Entre julio y agosto recibió en tres ocasiones al Open Arms, pero después se negó a recibir nuevamente al Aquarius, prefiriendo negociar con otros Estados europeos la repartición de sus migrantes.
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La ruta del Mediterráneo central es la más mortífera, con 1.306 fallecidos intentando cruzar de Libia a Italia, aunque desde el verano la ruta española es la más utilizada, con 56.000 llegadas y 769 muertos desde el 1.° de enero, según último balance del 19 de diciembre de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
La mayoría de ellos desembarcan en la región sureña de Andalucía, donde un partido de extrema derecha consiguió por primera vez representación parlamentaria en España en unas recientes elecciones regionales.
