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Conforme los avances tecnológicos transforman las sociedades, cientos de oficios alrededor del mundo se han vuelto extremadamente raros y algunos están en peligro de extinción. Estos son alguno de ellos.
Argentina: El reparador de sombrillas
Elías Fernández, de 87 años, repara sombrillas en Buenos Aires desde 1955.
Ecuador: La lavandera
Delia Veloz tiene 74 años y trabaja como lavandera en la lavandería municipal de Ermita en Quito. Ha desempeñado este oficio por 50 años y gana cerca de $4 al día.
Brasil: La operadora de elevadores
Lizie da Silva, de 49 años, trabaja operando elevadores desde 1997 en el Centro Cultura del Banco de Brasil, en Río de Janeiro.
China: El hombre que hace llaves
Este hombre lleva años haciendo llaves en las calles Beijing, China.
Honduras: El picapiedra
José Díaz, de 66 años, trabaja picando piedra en la municipalidad de Ojojona, a 25 kilómetros de Tegucigalpa.
Serbia: El reparador de máquinas de coser
Andreja Nikolic, de 69 años, se ha dedicado durante casi cuatro décadas a reparar máquinas de coser en Belgrado, la capital de Serbia.
Serbia: El perfumero
Nenan Jovanov, de 70 años, hace perfumes personalizados en Belgrado. La tienda familiar tiene 64 años abierta. Cuenta que antes había 23 tiendas de este tipo en Belgrado, pero que ahora solo su negocio sobrevive.
Kenia: El vendedor de agua
Samson Muli de 42 años, tiene 28 de vender agua en las calles de Nairobi en Kenia.
Costa Rica: El zapatero
Jesús López ha sido zapataro por 40 años. Tiene un taller en San José, Costa Rica, con varios compañeros.
Territorios Palestinos: El reparador de estufas
Jawdat al-Khour, de 75 años, repara estufas de keroseno, en un pequeño puesto en Gaza. Los pobladores de Gaza, han dejado de usar estas estufas para utilizar alternativas más eficientes.
México: El restaurador de retratos
Salvador Alejandro Casas, de 66 años, tiene un taller en la Ciudad de México, donde restaura imágenes y fotografías.
Australia: El dueño de una tienda de DVD
Geoffrey Hooper, de 71 años, es dueño de una de las últimas tiendas de DVD en Sydney. En 1993 abrió la tienda y en ese momento el formato que se usaba era el VHS. Muchas han cerrado por el auge de los servicios como Netflix y televisión en línea.
Bulgaria: El encuadernador
Kalin Daskalov, más conocido como Stopan, trabaja encuadernando libros y diarios usando técnicas tradicionales.
Bangladesh: El limpiador de orejas
Mohammad Joynal, trabaja limpiado orejas en Dhaka, Bangladesh. Cuenta que el aumento en la comercialización de los aplicadores de algodón está arruinando su oficio.
Burundi: El kiosko con el teléfono fijo
Ernest Nshimirimana, es dueño del kiosko El-Shadai en Bujumbura, Burundi. Hace una década instaló un teléfono fijo para uso de sus clientes, ya que estos teléfonos estaban reservados para las personas más adineradas. Sin embargo, ya no se forman filas afuera del puesto para utilizarlo.
