
A falta de consenso entre los centroamericanos, no fue posible introducir ese tema en las discusiones formales durante el encuentro de presidentes.
“No hay ningún consenso aún en el marco nuestro. Se deben hacer diagnósticos, ver qué medidas alternas se pueden tener en lo que ya se está haciendo”, dijo el presidente de Honduras, Porfirio Lobo, quien ostenta la presidencia pro témpore del Sistema de Integración Centroamericana (SICA).
Lobo y sus pares de Costa Rica, Laura Chinchilla; Guatemala, Otto Pérez, y Panamá, Ricardo Martinelli, intentaron unificar un enfoque regional para presentar en la VI Cumbre de las Américas ante la propuesta de Pérez de analizar la despenalización de varias drogas.
Pérez rechazó haberse quedado solo con la iniciativa y dijo que “el tema se ha tocado. Esperamos que el tema se va a tocar mañana que tenemos una reunión privada de los presidentes (en la cumbre ) y todo eso es más que suficiente”.
Los presidentes de El Salvador, Mauricio Funes, y Nicaragua, Daniel Ortega, volvieron a faltar al encuentro, como ya sucedió en otra reunión con el mismo propósito el 24 de marzo en Guatemala. Ortega evitó viajar a Cartagena por motivos aún desconocidos, según informó el presidente de Honduras.
Funes y Ortega se oponen a la propuesta de Pérez mientras que Lobo, Martinelli y Chinchilla están abiertos a analizar nuevos enfoques para el combate al narcotráfico pero sin apoyar formalmente la despenalización.
Lobo explicó que los cancilleres del SICA analizarán una propuesta de Chinchilla para iniciar un diagnóstico completo que incorpore la estrategia de seguridad regional de Centroamérica, aprobada por el SICA en 2011.
A la cita de los mandatarios centroamericanos, en un hotel de Cartagena, también se unieron los presidentes de Colombia, Juan Manuel Santos, y el de México, Felipe Calderón, que prometieron a llevar la problemática de inseguridad centroamericana a la reunión de los presidentes de la Cumbre de las Américas, señaló Chinchilla.
No obstante, el acuciante drama de la guerra contra las drogas con sus decenas de miles de muertos en América Latina y el Caribe y la anacrónica marginación de Cuba concentraron la atención del foro.
El presidente de EE. UU., Barack Obama, que se opone a la despenalización de la droga como propone Pérez Molina, aceptó ayer que “hay que sopesar la evidencia, tener un debate” al respecto, durante un foro empresarial y delante de los presidentes de Colombia y Brasil justo antes de la apertura formal de las sesiones presidenciales.