Washington. Estados Unidos comenzó a trasladar a migrantes detenidos a la base militar de Guantánamo, en Cuba, informó la Casa Blanca este martes.
Por Guantánamo pasaron cientos de prisioneros acusados de terrorismo, incluidos miembros de Al Qaida. Según el New York Times, también se usó durante décadas para encarcelar a migrantes interceptados en el mar.
La semana pasada, el presidente Donald Trump ordenó preparar las instalaciones para recibir a 30.000 migrantes y aseguró que enviará a “criminales” en situación irregular. El mandatario cubano, Miguel Díaz-Canel, calificó la medida como un “acto de brutalidad”.
LEA MÁS: ¿Cómo es Guantánamo? Prisión militar que Trump ve como posible centro de detención de migrantes
“Hoy, los primeros vuelos de Estados Unidos a la Bahía de Guantánamo con migrantes ilegales están en curso”, declaró la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, a Fox Business.
Según el New York Times, los migrantes y los prisioneros acusados de terrorismo se encuentran en sectores distintos de la base.

Algunas organizaciones denunciaron las condiciones en que son retenidos. Testimonios indican que se vigila a los migrantes cuando llaman a un abogado y que se les obliga a usar gafas de sol durante los traslados. Además, reportan que las instalaciones están infestadas de ratas debido a la falta de higiene.
Trump endureció las medidas contra la inmigración ilegal con redadas en varias ciudades y la eliminación de vías legales establecidas por su predecesor, Joe Biden.
LEA MÁS: Donald Trump ordena enviar migrantes irregulares a Guantánamo
Además, ordenó el traslado de migrantes en aviones militares, en algunos casos con grilletes, a otros países. La medida provocó una crisis con Colombia y protestas en Brasil, cuyos gobiernos exigen un trato digno para los detenidos.
La prisión de Guantánamo fue inaugurada en 2002 dentro de una base militar estadounidense en Cuba, como parte de la “guerra contra el terrorismo” impulsada por el expresidente George W. Bush tras los atentados del 11 de setiembre de 2001.
Los expresidentes demócratas Joe Biden y Barack Obama prometieron cerrar el centro de detención, pero ninguno lo logró durante sus mandatos.
