Valencia. Los equipos de rescate continúan este jueves la búsqueda de víctimas luego de las peores inundaciones en más de cincuenta años en España. Estas dejaron al menos 95 muertos y “muchos” desaparecidos. La emergencia meteorológica “continúa”, advirtió el presidente del gobierno.
En Paiporta, una de las localidades más afectadas por las lluvias torrenciales, los habitantes limpiaban las calles, cubiertas de barro y vehículos arrastrados por la corriente. Esta localidad de 25,000 personas, en la periferia sur de Valencia, se encuentra devastada. “Necesitamos ayuda humanitaria con alimentos, con agua, porque no hay agua en las casas”, dijo a esta agencia David Romero, un músico de 27 años.
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Paiporta y otras localidades en Valencia, severamente afectadas por las inundaciones provocadas por un fenómeno meteorológico que aún conlleva riesgos, son los principales objetivos de los socorristas, quienes intentan localizar a los desaparecidos.
El último balance de las autoridades reporta 95 muertos, de los cuales 92 pertenecen a la Comunidad Valenciana, la región más afectada. Otros dos fallecieron en Castilla-La Mancha y uno en Andalucía.
Este saldo, el más elevado en España desde las inundaciones que dejaron 300 fallecidos en octubre de 1973, “va a aumentar” debido a la cantidad de desaparecidos, admitió el miércoles por la noche el ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres.

Gobierno español solicita resguardarse
El presidente del gobierno, Pedro Sánchez, advirtió que el fenómeno meteorológico persiste, por lo que instó a los habitantes de Valencia a quedarse en casa para salvaguardar vidas. Un mensaje similar fue emitido poco antes por el rey Felipe VI.
Antes, la agencia estatal de meteorología, Aemet, decretó alerta roja por lluvias en Castellón, una zona al norte de las áreas más afectadas, y pidió no desplazarse salvo estricta necesidad.
Sánchez visitó este jueves el centro de coordinación de emergencia en Valencia, donde reiteró “el compromiso, por tierra, mar y aire, por todos los medios posibles, con todos los recursos, para encontrar a las personas desaparecidas”. Tras decretar tres días de luto, el gobierno anunció que la región será declarada como zona catastrófica para agilizar los recursos de reconstrucción.
Carlos Mazón, presidente de la Comunidad Valenciana, también informó de una ayuda de emergencia de €250 millones ($270 millones) para los afectados.
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Barro y escombros bloquean vías
El jueves, miles de personas permanecían sin electricidad en la Comunidad Valenciana, según reportaron los servicios de emergencia. Varias carreteras siguen cerradas debido a la acumulación de vehículos arrastrados por el agua, cubiertos de barro y escombros.
El tren de alta velocidad entre Madrid y Valencia continuará fuera de servicio por al menos tres semanas, informó el Ministerio de Transportes.
“No pensaba vivir esto nunca”, declaró a esta agencia Eliu Sánchez, habitante de Sedaví, un municipio de 10,000 habitantes devastado por las lluvias. “Vimos a un joven en un descampado que fue arrastrado por la corriente. Estaba encima del coche; intentó saltar a otro, pero el agua se lo llevó”, relató el electricista de 32 años.

Tormenta sin precedentes
La Aemet informó que en la noche del martes y madrugada del miércoles varias poblaciones de la región recibieron más de 300 litros de agua por metro cuadrado (unos 300 mm). La máxima se registró en Chiva, donde cayeron 491 mm, el equivalente a un año de precipitaciones.
La prensa española describió este evento como las “inundaciones del siglo” y comienza a cuestionar la respuesta de las autoridades: el mensaje de alerta del servicio de protección civil se emitió el martes a las 8 p. m., pese a que la Aemet había declarado alerta roja desde la mañana.
La Comunidad Valenciana y la costa mediterránea de España enfrentan regularmente en otoño el fenómeno de la “gota fría”, una depresión en altitud que provoca lluvias intensas y repentinas. Los científicos advierten que fenómenos meteorológicos extremos, como olas de calor y tormentas de esta magnitud, son cada vez más frecuentes e intensos debido al cambio climático.
“En el contexto del cambio climático, este tipo de lluvias intensas y excepcionales se volverán más frecuentes, intensas y, por lo tanto, destructivas”, señaló Ernesto Rodríguez Camino, miembro de la Asociación Meteorológica Española.