Edad: 74 años
Cargo: Dueño del semanario Tal Cual
Profesión: Economista
Nacionalidad: Venezolano
¿Qué se juega en esta elección presidencial?
Se juegan dos concepciones de vida y sociedad. Una de respeto a las instituciones democráticas, al derecho ajeno, a la opinión ajena. La otra es una visión autoritaria, autocrática, militarista, con un sesgo de control total de la sociedad. Se juega también la posibilidad de restablecer un clima de convivencia en el país, o la de mantener un clima de conflictividad y tensión permanente a partir de una conducta agresiva.
¿Es el lenguaje del presidente Hugo Chávez el que crea el clima de confrontación en el país?
En gran medida sí. El discurso de Chávez ha sido una causa importante en el clima neurótico que vive el país. De hecho, aquí no hay ninguna revolución, en cualquier sentido que le demos a la palabra: los intereses sociales no han sido afectados, no ha habido nacionalización de empresas. Este es un país capitalista con un gobierno que es más bien hostil a la propiedad privada pero no tiene una política de nacionalización.
Si no hay revolución, ¿qué es el Socialismo del siglo XXI que anuncia el presidente Chávez?
Todavía no sabemos de qué se trata porque él no lo ha dicho. A veces dice que las misiones, programas sociales propios de cualquier país capitalista, son parte del socialismo del siglo XXI, a veces dice que el cooperativismo… Chávez no suelta prenda porque no la tiene. Es un hombre muy astuto, pero poco formado.
“En el plano político social sí está avanzando sobre el control de la sociedad. Que esa autocracia no se ejerza dictatorialmente, de modo abierto, es otra cosa.
“Hay procesos en desarrollo, estatización del deporte, estatización de la cultura, abolición de autonomía universitaria, utilización del proceso educativo para adoctrinamiento. No digo que esto sea una dictadura, pero sí una autocracia, un proceso paulatino de control”.
Hay cambio social. El gobierno se ha ocupado de los pobres…
Yo no tengo ningún problema en reconocer que Chávez ha hecho de la cuestión social el gran tema venezolano. Nadie discute que un país con dos tercios de su población en estado de pobreza no es viable. Lamentablemente, en los 20 años anteriores a Chávez, la pobreza desapareció del radar de las élites venezolanas. El sacó el tema, lo colocó sobre la mesa, pero es el tema donde paradójicamente ha sufrido grandes fracasos
“Los programas sociales se han convertido en una actividad clientelar, y no hay políticas estructurales para la creación de empleo o para superar la pobreza. Si estos programas no van acompañados de reformas estructurales, se reducen a una actividad asistencialista que perpetúa la pobreza”.
Las encuestas dan el triunfo a Chávez en elecciones limpias. ¿Refrenda ese criterio?
Las encuestas se han vuelto parte de las campañas electorales y no son un indicador confiable en nuestros países, independientemente de que hay algunas serias.
“El Consejo Nacional Electoral (CNE) está bajo control del gobierno; de cinco miembros, cuatro son del gobierno y uno no, y toda la infraestructura técnica del CNE está en manos del gobierno. Independientemente de eso, el sistema automatizado ha sido auditado exhaustivamente por nosotros como oposición, hemos montado una estructura de testigos en cada una de las mesas y las reglas de juego, al menos en el papel, son normales. De modo que hacer trampa sin que sea detectada, es difícil.
“Ahora, que se presenten irregularidades, es posible. No puedo descartar que lleguen a ser de tal magnitud que puedan alterar el resultado. Aquí un resultado estrecho puede ser conflictivo.
¿Existe realmente una política de intimidación?
Sí, pero no en gran escala. Por ejemplo, en los últimos tres días han entrado dos veces a la universidad Central a hacer disparos. Ahí el chavismo tiene poco peso.
¿Esta oposición seguirá estructurada?
Esta oposición ha removilizado a un país que en los últimos dos años se desmovilizó, perdió el ímpetu y el entusiasmo. La campaña se ha caracterizado por la realización de grandes caminatas a través de los barrios populares y a través de actos de masas muy grandes. Hay entusiasmo y expectativa de victoria. Si llegamos al gobierno, tendremos que seguir adelante para gobernar.
