
Brumadinho, Brasil. El derrame de lodo y de residuos mineros que siguió a la ruptura de un dique en la comunidad de Brumadinho, sureste de Brasil, avanzó hasta el río Paraopeba, afectando el suministro de agua potable de una comunidad indígena, informaron fuentes en la región.
“Ayer (domingo), a las 4 de la mañana, notamos que el río llegaba sucio y en la tarde comenzamos a ver peces muertos”, dijo por teléfono el cacique Háyó Pataxó Hã-hã-hãe, quien se reunió este lunes con un representante de la Fundación Nacional del Indio (Funai), que acudió al lugar para prestar ayuda.
La aldea Nao Xoha (“espíritu guerrero”) está formada por unas 27 familias y vive a las orillas del Paraopeba, en el municipio Sao Joaquim de Bicas –a unos 20 km de Brumadinho–, en el estado de Minas Gerais-, donde ocurrió la tragedia que según el último balance provisional deja 60 muertos y 292 desaparecidos.
“Ellos están en un área segura en relación con la posición del río y ayer (domingo) nos informaron de que tenían pequeñas reservas de agua”, afirmó en una nota emitida por Jorge Luiz de Paula, coordinador regional de la Funai, que estuvo en la comunidad.
La avalancha de lodo creció luego de que el viernes un dique de un complejo minero de la gigante empresa Vale cediese. Los residuos comenzaron a llegar el sábado al río Paraopeba, a pocos kilómetros de las instalaciones, según precisaron portavoces de gobiernos municipales de la región.
Funai llevó este lunes donaciones a la comunidad indígena, que con la contaminación del río se vio privada de agua para beber, lavar y asearse. Desde el domingo, además, sus habitantes han dejado de pescar, lo cual amenaza también su alimentación.
“Estamos en una situación muy seria (...). Dependíamos del río y el río murió. No sabemos qué hacer”, expresó el cacique Háyó.
La Secretaría de Medio Ambiente prepara un informe sobre la situación del río Paraopeba, informó la asesoría del despacho.
Situación grave
“Es muy preocupante, estamos viendo el avance de ese lodo tóxico, y la perspectiva es que avance 220 km hasta otro dique donde se dice que esos residuos mineros pueden ser represados”, manifestó Marcelo Laterman, geógrafo y portavoz de la campaña Clima y Energía de Greenpeace.
Al llegar al complejo minero Corrego do Feijao, epicentro de la tragedia, “ya vimos el impacto en el lecho del río que estaba completamente destruido, al igual que las áreas de vegetación”, añadió.

En la aldea Nao Xoha, "a 22 km del dique, bajando por el río Paraopeba, encontramos aguas con muchos peces muertos y un mal olor muy fuerte", agregó.
El Gobierno Federal multó el sábado a la minera Vale por 250 millones de reales ($66,5 millones) por daños ambientales, en tanto que la Justicia de Minas Gerais bloqueó 5.000 millones de reales ($1.329 millones) de las cuentas de la empresa para cubrir costos por el mismo motivo.
Hasta el momento, el dinero bloqueado a Vale totaliza 11.800 millones de reales y las multas suman 449 millones.
Entretanto, la búsqueda de sobrevivientes de la tragedia minera se intensificó este lunes, en su cuarto día, con apoyo de un contingente israelí. El balance de víctimas mortales aumentó por la mañana a 60, con el hallazgo de dos cuerpos más.
