
El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) anunció este viernes un recorte del 17% en su presupuesto para 2026, así como la eliminación del equivalente a 2.900 puestos de trabajo a tiempo completo.
La drástica medida responde a la disminución en las contribuciones de los donantes, pese al aumento de conflictos armados en diversas regiones del mundo.
El ajuste presupuestario deja al organismo con un presupuesto aprobado de 1.800 millones de francos suizos para 2026 (unos 1.900 millones de euros o $2.230 millones), según informó la
Asamblea del CICR, su máximo órgano de gobernanza compuesto por representantes suizos.
La presidenta del Comité, Mirjana Spoljaric, señaló en un comunicado que la organización sigue “comprometida con trabajar en la línea de frente del conflicto, donde pocos otros pueden operar”, pero reconoció que la situación financiera obliga a aplicar medidas profundas.
“La realidad financiera nos está forzando a tomar decisiones difíciles para garantizar que podamos continuar aportando una asistencia humanitaria crucial a quienes más lo necesitan”, afirmó.
El recorte anunciado supone una reducción significativa dentro de una fuerza laboral superior a los 18.000 colaboradores.
Cerca de un tercio de las eliminaciones de plazas se llevará a cabo mediante bajas voluntarias y la decisión de no reemplazar puestos que queden vacantes.
La Cruz Roja atribuye estas medidas al menor aporte de los donantes estatales, responsables del 82% del financiamiento de la organización en los últimos cinco años.
Spoljaric subrayó que, aunque los presupuestos de defensa a nivel global están aumentando, los Estados “deben dedicar más esfuerzos y recursos a la prevención de conflictos, al respeto de las reglas de la guerra y a la ayuda humanitaria”.
“No hacerlo podría acarrear aún más sufrimiento”, advirtió.
La organización aseguró que seguirá enfocada en proteger y asistir a poblaciones afectadas por conflictos armados.
Para ello, prevé implementar medidas que mejoren la eficiencia de sus operaciones, racionalicen gastos y permitan diversificar la base de donantes.
Los recortes llegan en un contexto de creciente necesidad humanitaria global, con crisis simultáneas que exigen más recursos y presencia en zonas de difícil acceso, un desafío que ahora deberá enfrentar el CICR con un presupuesto más reducido.
