
La Habana. AFP. Las víctimas del conflicto armado colombiano terminaron ayer de entregar sus testimonios ante los negociadores de paz en Cuba.
Una quinta y última delegación de 12 víctimas relató durante cinco horas sus dramáticas vivencias ante los equipos negociadores del Gobierno y de la guerrilla comunista de las FARC, con el fin de que sus demandas sean incluidas en un eventual acuerdo que ponga fin a un conflicto de medio siglo , que ha dejado 220.000 muertos y 5,3 millones de desplazados.
“Un punto fundamental que exigen las víctimas es un reconocimiento y el solo hecho de escucharlas con mucho respeto ha sido una muestra de reconocimiento”, manifestó el jefe de la oficina de Naciones Unidas en Bogotá, Fabrizio Hochschild, quien coordinó el viaje de las delegaciones de víctimas a Cuba.
Testimonios. La exsenadora Piedad Córdoba, quien ha mediado en liberaciones de las FARC, participó junto a 11 otras víctimas ayer para completar un total de 60 afectados por el conflicto que relataron sus vivencias ante ambas delegaciones, encabezadas por Humberto de la Calle (Gobierno) e Iván Márquez (guerrilla).
Córdoba narró el secuestro que vivió a manos de paramilitares en 1999, mientras que la alcaldesa María Susana Portela relató el ataque de las FARC en el que recibió siete tiros en el 2002, lo que la obligó a 10 cirugías y estar en silla de ruedas dos años.
Por su parte, el cabo Juan Manuel Hernández, quien perdió un ojo en un atentado de la guerrilla en el 2002, dijo que hablaba “en nombre de todos los militares y policías muertos”.
Esta sesión a puertas cerradas contó con la presencia de diplomáticos de los países “garantes” y “acompañantes” del proceso de paz: Noruega y Cuba, Chile y Venezuela, respectivamente.
Como símbolo de esperanza, las víctimas plantaron un árbol en un jardín de El Laguito, el complejo de residencias de protocolo cubano donde se realizó esta sesión y donde se hospedan las delegaciones de paz.
“El árbol de la vida es una esperanza en la búsqueda de la paz con justicia social”, expresó Córdoba en la ceremonia.
Márquez y De la Calle, además de diplomáticos de Cuba y Noruega, dieron paladas de tierra, mientras los de Chile y Venezuela regaron el árbol, observó un periodista de la AFP.
El árbol lo bendijo el presidente de la Conferencia Episcopal colombiana, Luis Augusto Castro.
Las sesiones de testimonios comenzaron el 16 de agosto y fueron las jornadas más conmovedoras de las negociaciones de La Habana , iniciadas en noviembre de 2012, al estar cara a cara por primera vez los afectados con sus victimarios.