Urumqi, China (AP). Las autoridades chinas elevaron el miércoles la cifra de muertos en los desórdenes de carácter étnico en el oeste de China, de mayoría musulmana, después que el gobierno advirtió a sus trabajadores en Argelia de posibles ataques de islamistas.
El gobierno advirtió a las empresas y trabajadores chinos en Argelia de posibles ataques después que un sitio islamista instó a que se tome represalia por la represión de Beijing para aplacar los desórdenes en Urumqi.
Los desórdenes comenzaron el 5 de julio con una protesta de los musulmanes uigures que desencadenó la violencia contra chinos de la etnia han. En los días siguientes, grupos han cometieron acciones de represalia. Es el peor estallido de violencia de carácter étnico que se presenta en China en décadas recientes.
El Partido Comunista de la provincia Xinjiang, cuya capital es Urumqi, informó el miércoles que el balance de muertes por la violencia étnica aumentó a 192 en vez de los 184 que se habían anunciado previamente, dijo la agencia de noticias Xinhua. El número de heridos también aumentó de 1.680 a 1.721.
Xinhua dijo que 881 personas seguían hospitalizadas, mientras que 66 estaban en estado grave. Un total de 331 tiendas y 627 vehículos fueron incendiados durante los desórdenes.
Las autoridades china dijeron que la mayoría de las víctimas eran de la etnia han, aunque los uigures afirmaron que hubo mucho más muertes en la represión del gobierno.
Las declaraciones de los uigures podrían haber captado la atención en las naciones musulmanas.
En días recientes, se colocaron avisos en un sitio islamista instando a que se maten chinos han en Medio Oriente, señalando que hay grandes comunidades de obreros chinos en Argelia y en Arabia Saudí.
Urumqi estaba en calma el miércoles, aunque continúan las intensas medidas de seguridad, especialmente cerca de vecindarios uigures después que la policía mató a dos uigures.