
El 2016 fue un año de suma importancia para el conflicto sirio, especialmente porque el ejército de Bashar al-Asad —con el apoyo ruso— recuperó Alepo, una de las principales zonas bajo control rebelde.´
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La recuperación de Alepo marcó, sin duda, un punto de quiebre dentro de una disputa que, hasta hace pocos meses, se veía sin salida.
La lucha en la zona fue intensa y la afectación (muertos y heridos) de civiles constante. Una de las estampas que captó el dolor de la población fue la de Omran, un niño sirio cuyas heridas llenaron al mundo de tristeza a mediados de agosto.
A la caída de Alepo, le siguieron hechos relacionados de gran impacto, entre ellos el asesinato del embajador ruso en Ankara y un plan de alto al fuego general, promovido por Rusia y Turquía.
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Inestabilidad turca
Turquía vivió uno de sus años más convulsos. Los atentados estuvieron a la orden del día, siendo el de Ankara de marzo (37 muertos), el del aeropuerto de Atatürk en junio (45 muertos), el de una boda kurda de Gaziantep en agosto (54 muertos) y el de diciembre en las cercanías del estadio Vodafone Arena de Besiktas (41 muertos) los que causaron más víctimas.
Además, el país enfrentó un intento de golpe de Estado contra Recep Tayyip Erdogan, orquestado por fuerzas militares afines, s egún Erdogan, al clérigo Fethullah Gülen.
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Luego de detener la intentona, Erdogan emprendió una fuerte purga que incluyó a las fuerzas armadas, instituciones y medios de comunicación.
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Debilitamiento del Estado Islámico
Durante 2016, el EI solo mantuvo la mitad del territorio que había conquistado en Irak y Siria.
El grupo ultrarradical sunita perdió Faluya, ciudad simbólica en Irak, así como Dabiq, ciudad siria y piedra angular de su mitología. En términos estratégicos, fue echado de Ramadi, capital de la inmensa provincia occidental de al-Anbar en Irak y de Manbij en Siria, cruciales para la continuidad territorial de su "califato".
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También tuvo que abandonar en diciembre Sirte, su bastión en Libia, país desde el que pensaba construir su expansión más allá de Oriente Medio.
Además, el ejército de Irak lanzó, este año, una fuerte ofensiva en Mosul reconquistando varios barrios del este de la ciudad, acercándose a la orilla oriental del río Tigris, que divide la urbe en dos. El EI sigue ocupando la totalidad de los barrios de la orilla occidental del Tigris.
Una vez que haya caído Mosul, solo quedará una gran ciudad en manos del EI: Raqa, en Siria.
Conflicto Israel-Palestina
El hecho más relevante del año, relativo al conflicto entre Israel y Palestina, se presentó en diciembre.
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El Consejo de Seguridad de la ONU le exigió a Israel que ponga fin a los asentamientos en territorio palestino, en una resolución adoptada después de que Estados Unidos no usara su derecho a veto contra su aliado más cercano en Oriente Medio.
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La decisión de los Estados Unidos vino acompañada de un discurso del secretario estadounidense de Estado, John Kerry, en que acusó a elementos de derecha del gobierno del primer ministro Benjamín Netanyahu de llevar a Israel hacia una "ocupación perpetua" de tierras palestinas y a la consolidación de un solo Estado.
