Atenas. Grecia anunció este martes que pedirá a la Unión Europea (UE) que convoque una reunión de urgencia para abordar la decisión de Turquía de explorar los fondos marinos en busca de yacimientos de gas en el Mediterráneo oriental en una zona disputada por ambos países.
La situación, ya tensa en las últimas semanas, se deterioró el lunes tras el despliegue por Ankara de un buque de investigación sísmica, escoltado por barcos militares, en una zona del Mediterráneo en litigio y rica en reservas de gas.
Atenas, que denuncia la violación de las fronteras marítimas, va a “solicitar una cumbre de urgencia del Consejo de Asuntos Exteriores de la Unión Europea”, declaró el primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis.
“Instamos a Turquía a que abandone sin dilación la plataforma continental griega (...) no vamos a aceptar los hechos consumados”, advirtió el martes por la tarde Nikos Dendias, ministro de Relaciones Exteriores.
El hallazgo en los últimos años de importantes yacimientos de gas en el Mediterráneo oriental ha aguzado el apetito de los países ribereños y recrudecido las tensiones entre Turquía y Grecia, ambos miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), pero cuyas relaciones suelen verse afectadas por crisis puntuales.
En respuesta, el jefe de la diplomacia turca, Mevlüt Cavusoglu, expresó el martes que Ankara iba a ampliar sus exploraciones en el Mediterráneo oriental.
“A partir de finales de agosto, vamos a otorgar permisos para realizar nuevas investigaciones y prospecciones en nuevas zonas (...) en la parte occidental de nuestra plataforma continental”, declaró en una conferencia de prensa en Ankara.
Exhortación al diálogo
Tras calificar la situación de “sumamente preocupante”, la diplomacia europea instó el martes al “diálogo” entre los dos países.
"Los acontecimientos en el terreno muestran desgraciadamente que (...) hay que hacer más para desactivar las tensiones", declaró Peter Stano, un portavoz del jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell.
La búsqueda por Turquía de hidrocarburos en el Mediterráneo oriental, en particular frente a las costas de Chipre, ha suscitado la preocupación no solo de Grecia, sino de otros países como Israel y Egipto.
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Tras unos días de suspensión en señal de apaciguamiento, el presidente Recep Tayyip Erdogan anunció el viernes la reanudación de las prospecciones, a raíz de la firma de un acuerdo marítimo entre Atenas y El Cairo que no le ha gustado nada a Ankara.
Este acuerdo pretende delimitar las fronteras marítimas entre Grecia y Egipto y parece ser una respuesta directa a otro acuerdo similar concluido en noviembre entre Turquía y el gobierno oficial libio que tiene su sede en Trípoli.
Ankara alega que se basa en su acuerdo con Trípoli para justificar su derecho a efectuar exploraciones en el Mediterráneo oriental.
El lunes, Atenas estimó que la presencia del buque de investigación sísmica Oruç Reis constituye “una nueva escalada grave” y acusa a Ankara de “amenazar la paz”.
La Marina griega localizó el martes el Oruç Reis al sureste de la isla griega de Creta, escoltado por cinco buques militares turcos, que eran vigilados por buques de guerra griegos.
Turquía ha precisado que el barco realizará sus investigaciones hasta el 23 de agosto en una zona situada frente a la provincia turca de Antalya, entre las islas de Creta y Chipre.
Para Atenas, esta zona forma parte de su territorio marítimo debido a la presencia de la pequeña isla de Kastellorizo frente a Antalya.