Buenos Aires AFP, AP Argentina quedó el lunes presa de un terremoto político por la muerte de Alberto Nisman, el fiscal que cuatro días antes acusó la presidenta Cristina Fernández de Kirchner de “encubrir” a Irán en la causa por el atentado de 1994 contra la mutual judía AMIA en Buenos Aires.
“De acuerdo con la autopsia, él se disparó con una calibre 22”, dijo la fiscal Viviana Fein en alusión al arma que habría sido utilizada, en declaraciones al canal de cable Todo Noticias.
La funcionaria, sin embargo, no descartó que Nisman haya sido “inducido” a suicidarse. “No lo descarto bajo ningún punto de vista dado que el arma no era de él. El arma era de un colaborador de Nisman. La tenía hace bastante tiempo”, dijo.
El [[BEGIN:INLINEREF LNCVID20150119_0003]]fallecimiento[[END:INLINEREF]] se anunció el mismo día en que Nisman debía comparecer ante el Congreso para explicar su denuncia contra Fernández de Kirchner y el canciller Héctor Timerman.
El cuerpo del fiscal estaba en el baño y bloqueaba la puerta de acceso. Junto al cuerpo, que se hallaba en el suelo, se encontró el arma y un casquillo de bala.
El disparo en la sien impactó el hueso parietal derecho, que presenta un orificio de entrada pero no de salida ya que la bala quedó alojada en la masa encefálica, según la autopsia.
Sobre la escena del crimen, la fiscal detalló que “estaba la puerta con llave, no fue forzada. No había desorden ni nada que alertara sobre un posible robo”.
Lamentable. Israel lamentó la muerte del fiscal, calificado como “valiente jurista”, y pidió a Argentina que prosiga con la investigación de la causa al igual que organizaciones judías en Argentina como la AMIA, DAIA y Centro Simon Wiesenthal.
Nisman, de 51 años, acusó el miércoles a Fernández, Timerman y otros allegados al Gobierno de haber tramado una “maniobra” para “encubrir” a Irán por su supuesta implicación en el atentado contra la Asociación Mutual Israelí Argentina (AMIA) que dejó 85 muertos y 300 heridos en 1994.
Dos años antes, el 17 de marzo de 1992, 29 personas murieron por una explosión en la embajada de Israel en la capital argentina.
Nisman había sido designado en 2004 por el fallecido expresidente Néstor Kirchner, esposo de Fernández, como fiscal especial para la causa AMIA, un año después de que un juicio fuera anulado por irregularidades en la investigación.
Nisman, divorciado y padre de dos hijas, interrumpió sus vacaciones en España y viajó a Argentina la semana pasada para divulgar su denuncia.
El fiscal pedía que se indagara a Fernández por haber favorecido la firma en 2013 de un Memorando de Entendimiento entre Argentina e Irán para poder interrogar a los acusados en Irán y avanzar en una causa estancada desde hace 20 años.
Además, solicitó un embargo preventivo de bienes por unos 23 millones de dólares contra Fernández, Timerman y otros dirigentes. El gobierno calificó a Nisman de mentiroso y atribuyó su actuación a una operación de los servicios de inteligencia.
Reacciones. En las redes sociales, se multiplicaban los llamados a manifestarse contra la impunidad, mientras se popularizaron los hashtag con palabras claves como Nisman y CFKAsesina.
Varios miles de personas se movilizaron para exigir el esclarecimiento de la muerte del fiscal. “Estoy aquí para pedir justicia por Nisman, para que se llegue a la verdad”, dijo Carolina Arias, en plaza de Mayo.
Los manifestantes se agruparon en la plaza y al frente de la Catedral de Buenos Aires, portando pancartas que rezaban “justicia”, “Asesinado por investigar” o “Gobierno asesino”.