El catedrático de la Universidad de Costa Rica (UCR) Carlos Sandoval García, salió la madrugada del jueves 31 de marzo por vía terrestre hacia Nicaragua, como parte de un proyecto de investigación.
Sin embargo, al llegar al paso fronterizo de Peñas Blancas observó una conducta extraña en las autoridades migratorias de Nicaragua que inspeccionaron el bus en que viajaba. “Yo noté que a las personas nicaragüenses o de otras nacionalidades les revisaban el pasaporte y se lo regresaban, pero el mío se lo llevaron”, contó el profesor a La Nación.
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Cuando estaba por llegar su turno, una oficial le dijo que se saliera de la fila. “Usted es analista y escritor”, le comentó la funcionaria. En seguida, Sandoval le consultó que cómo había obtenido esa información, y la oficial le replicó diciendo “es que nos aparece”.
“Esto deja ver que ellos (Nicaragua) tienen una lista ya levantada de gente. Yo me imaginaba que esa lista la tenían, lo que yo no sabía es que yo estaba en ella”, aseguró el investigador.
Luego de ese primer intercambio, la oficial le preguntó con insistencia los nombres de las personas con las que se vería en Nicaragua y los datos de contacto de las mismas, pero él se negó a brindar esa información por temas de seguridad, para no exponer a las personas que lo acogerían.
“Desde el inicio yo sabía que si daba nombres y direcciones o teléfonos los iban a ir a buscar, porque ya sabían de mí y van a asociar a las personas y van a perjudicarlas”, manifestó. El docente comentó de que el abordaje siempre fue amable y cordial, pero le preocupó la intención de querer obtener información de sus contactos en Nicaragua.
Tras dos horas respondiendo preguntas a la agente migratoria, le notificaron de que no podría ingresar al país porque no había entregado la información de las personas a las que iba a visitar. “Esto demuestra el incremento cada vez más radical o drástico de los controles y la represión en Nicaragua”, aseveró.
Sandoval afirmó de que en ningún momento le entregaron una explicación formal por la denegación del ingreso al país. “Lo hicieron como en los viejos tiempos, donde a usted nada más le decían las cosas. En buena teoría, un Estado tiene que producir un documento en donde de manera breve se razone en qué consiste el motivo para impedir que una persona ingrese”, apuntó.
“Lo que yo vi en el puesto fronterizo es un modo de actuar generalizado. Si bien la oficial de migración se condujo de manera respetuosa, no se molestó en explicar las razones. Pude ver cómo funciona el autoritarismo cotidianamente y eso se expresa en juicios, detenciones y tantas cosas tristes que han pasado”, añadió.
“Nos toca llamar la atención de que no se pueden naturalizar el autoritarismo. Como dice Carlos Fernando Chamorro: ‘Daniel Ortega manda, pero no gobierna’. Es decir, han perdido tanta legitimidad que ahora quieren gobernar a partir del miedo, porque han perdido la capacidad de convencer”, agregó.
Motivos de la visita
La investigación por la que Sandoval iba a visitar Nicaragua procura comparar la coyuntura electoral en ese país con la de Honduras y Costa Rica, mediante el análisis de las publicaciones de los partidos, los candidatos y los medios de comunicación en los tres países.
Para esto se contempló realizar reuniones con personas de cada uno de las naciones para conocer el parecer de la ciudadanía. Sandoval ya había visitado Honduras y estaba a la espera de que terminara la segunda ronda electoral en nuestro país para iniciar el proceso.
“Yo iba a hacer un grupo focal en Nicaragua. Ya los hice en Honduras y estaba esperando los resultados en la segunda vuelta para hacerlo acá en Costa Rica. En Honduras estuvo muy bien, pues no hubo problema de ingreso al país. A Nicaragua yo me fui por tierra, había ido, pero la última vez fue antes de la crisis, como hacia finales del 2017″, explicó.
El catedrático manifestó de que le fue complicado realizar la logística en el país vecino y que resultaba “muy peligroso” convocar en un lugar público para hablar de política. “Consulté a personas acá en Costa Rica si sus parientes en Nicaragua me podían recibir para hacer como una entrevista grupal con familias, era una visita corta”, expresó.
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Según el profesor, al intentar contactar a estas familias, notó que la población nicaragüenses vive un “miedo” constante por la represión del régimen de Daniel Ortega, pero al final tenía todo preparado para llevar a cabo la investigación.
“El miedo se expresa en cosas que son cotidianas, no es solo el miedo de morir, que obviamente existe. Es algo más concreto, a que les quiten la casa, la pensión o las medicinas”, comentó.
Sandoval reiteró de que es importante establecer una diferencia entre la forma de actuar del régimen y la población nicaragüense. “El gobierno en Nicaragua no es la sociedad nicaragüense, el problema es con ese gobierno, no con su sociedad”, afirmó.
A pesar de no poder realizar la visita, la investigación continuará su curso. “Ahora el objetivo del proyecto es dar a conocer porque no se pudo hacer. Desde cuándo se debe impedir la libertad de movimiento, sin tener evidencia que justifique el impedimento, que es una violación del Estado de Derecho”, añadió.
La Nación consultó a la UCR y la Embajada de Nicaragua para conocer su posición sobre el incidente, pero al cierre de esta nota no se ha obtenido respuesta.