
Se acerca el periodo de campaña electoral en Costa Rica. A partir del 1.º de octubre los partidos políticos podrán inscribir sus candidaturas presidenciales y legislativas.
Desde ese momento circulará en Internet una gran cantidad de información que desafía a los electores: propuestas de candidatos, encuestas de diversas fuentes, entrevistas, videos, imágenes o audios virales donde, ante la polémica, alguien podría argumentar que: “¡ese no soy yo, es la IA!”.
Bajo este escenario, como ciudadano debés de estar alerta para identificar este tipo de contenidos fraudulentos y ejercer tu derecho a estar informado, con el fin de tomar decisiones electorales claras.
El Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) reconoció que estos comicios electorales serán los primeros en los que podrías observar un uso extendido y de bajo costo de inteligencia artificial generativa, como los deepfakes.
Por ello, el Tribunal ya inició la capacitación de su personal para detectar ese tipo de contenidos.
Especialistas advierten sobre el impacto que este tipo de materiales puede tener en las elecciones.
Alexánder Cortés, abogado experto en Derecho Digital y ciberdelincuencia, explica que en época electoral la información circula con tal rapidez que es fácil caer en engaños.
Un audio, una foto o un video falso no solo pueden confundir, sino también distorsionar el debate público, debilitar la confianza en las instituciones e incluso influir en la percepción que se tiene de un candidato o partido.
Cortés hace análisis forenses digitales, en los que desarma el contenido pieza por pieza para identificar si es fraudulento.
Su trabajo es contextualizar y explicar de forma clara, para que la ciudadanía, los medios de comunicación y las instituciones comprendan qué hay detrás de un contenido audiovisual sospechoso.
En este Explicador, Cortés nos detalla cómo se desarrolla un análisis forense digital para determinar si un contenido es auténtico o falso. Una labor que en las próximas elecciones será clave para combatir la desinformación.
¿Qué es un análisis forense digital?
El análisis forense digital es una disciplina que se dedica a recolectar, preservar y examinar evidencias digitales (audios, fotos, videos, archivos) para establecer hechos verificables en contextos legales, investigativos o institucionales.
La clave está en que todo el proceso debe ser objetivo y ético. No se trata solo de usar programas sofisticados, sino de seguir un método riguroso que asegure la integridad de la evidencia y la validez de las conclusiones.
Cuando lo que se analiza es un contenido multimedia sospechoso, por ejemplo, un video o un audio que podría ser un deepfake, el trabajo del especialista se ajusta a estándares internacionales que garantizan precisión técnica y confianza en el resultado.
Ojo: En resumen, el análisis forense digital no es un “detector automático de falsos”, sino un proceso profesional que combina técnica, contexto y ética.
¿Cómo se hace un análisis forense digital?
Este es el paso a paso que sigue el especialista para descubrir si un video o audio fue manipulado con IA:
1. Recepción del material: Todo arranca con la entrega formal del archivo sospechoso. El especialista valida que exista un motivo legítimo para revisarlo y define el alcance del análisis: ¿se busca probar su autenticidad, detectar manipulación o confirmar su origen? Aquí también entra en juego la cadena de custodia, clave para asegurar que la evidencia no sea alterada.
2. Preservación del original: El archivo original nunca se toca. El perito crea una copia forense y trabaja sobre ella, mientras resguarda el material intacto para futuros procesos judiciales o auditorías.
Ojo: La cadena de custodia es el registro que asegura que una evidencia digital (como un video o audio) no ha sido alterada desde que se recibe hasta que se analiza o presenta en un proceso.
3. El contexto importa: No se trata solo de lo técnico. Se analiza quién difundió el contenido, cuándo lo hizo y con qué propósito aparente, además de si existen versiones alternativas. Este paso ayuda a orientar las hipótesis del análisis.
4. El examen técnico: Aquí sí entra la lupa digital. Revisión de metadatos, análisis de audio y video, estudio de estructuras internas del archivo. Todo bajo principios de rigurosidad, reproducibilidad y documentación, de manera que otro experto pueda repetir el proceso y llegar a las mismas conclusiones.
5. Cruzar hallazgos: Las anomalías no hablan por sí solas. El especialista interpreta qué significan realmente y hasta qué punto afectan la autenticidad o credibilidad del material.
6. El informe final: El resultado se plasma en un documento claro, transparente y objetivo. Debe ser comprensible para jueces, periodistas o cualquier persona no técnica, explicando métodos, herramientas, limitaciones y grado de certeza.
7. Presentación y defensa: Si el caso llega a un tribunal o a la esfera pública, el perito debe defender su análisis, explicar sus conclusiones y sostenerlas frente a terceros, con ética y claridad.
