Washington
El banco europeo Credit Suisse AG se declaró este lunes culpable de ayudar a estadounidenses adinerados a evitar el pago de impuestos mediante cuentas en paraísos fiscales y aceptó pagar penalidades de aproximadamente $2.600 millones.
El Departamento de Justicia de Estados Unidos dijo que era la mayor penalidad impuesta en cualquier caso penal de impuestos. También el mayor banco en declararse culpable en más de 20 años.
La sanción da por resuelta una larga investigación penal sobre acusaciones de que el banco buscó clientes estadounidenses para que abrieran cuentas en Suiza, los ayudó a ocultar las cuentas del Servicio de Rentas Internas (IRS) y permitió conductas no éticas por parte de los empleados del banco.
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Estas son las oficinas del banco Credit Suisse AG en Nueva York, en la avenida Madison. (AFP)
La causa es parte de una batida del gobierno de Barack Obama contra bancos extranjeros que están ayudando a contribuyentes estadounidenses a ocultar capital.
Funcionarios dijeron que el cargo penal era necesario para contrarrestar el patrón de conducta indebida del banco, que incluyó falta de cooperación y destrucción de documentos. Pero el acuerdo se formuló de tal manera que el banco siga operando.
Las penalidades se pagarán al Departamento de Justicia, a la Reserva Federal y al Departamento de Servicios Financieros de Nueva York.
El secretario de Justicia, Eric Holder, criticado el año pasado tras decir al Congreso que los bancos grandes se habían vuelto muy difíciles de enjuiciar, pareció anunciar el fin de la causa contra Credit Suisse en un mensaje en video este mes en el que dijo que ninguna institución financiera era “demasiado grande para la cárcel”.
El caso penal siguió a la investigación de una subcomisión del Senado que concluyó que el banco abrió cuentas en Suiza a más de 22.000 clientes estadounidenses por un total de entre 10.000 millones y 12.000 millones de dólares.
El reporte dice que Credit Suisse envió empleados bancarios suizos a reclutar clientes estadounidenses en torneos de golf y otros eventos, alentó a los clientes estadounidenses a viajar a Suiza y los ayudó a esconder sus activos.
En un caso, un empleado de Credit Suisse entregó a un cliente estados de cuentas ocultos en una revista Sports Illustrated durante un desayuno en Estados Unidos.
El director ejecutivo de Credit Suisse, Brady Dougan, había dicho previamente que altos ejecutivos del banco no sabían que algunos empleados de la institución estaban ayudando a estadounidenses a evadir impuestos.
Más de una decena de exempleados han sido acusados formalmente por su papel en la evasión fiscal. La causa fue presentada en un tribunal federal en Alexandria, Virginia, donde empleados bancarios individuales han sido acusados.
La medida del gobierno contra Credit Suisse, una destacada institución de Wall Street, ocurre en medio de la furia del público por la crisis financiera que llevó la economía a su peor recesión desde la Gran Depresión de la década de 1930.
Los llamados a pedir cuentas a los grandes bancos de Wall Street y encarcelar a altos ejecutivos bancarios han venido de defensores del consumidor, legisladores y otros, lo que puso al Departamento de Justicia a la defensiva.