La yuca costarricense, reconocida por su muy alta calidad, ya está en los anaqueles de supermercados de Nueva Jersey, enlatada y lista para comer, vendida con una marca tica.

El producto llegó a las góndolas de una cadena en ese estado de Estados Unidos, en plena pandemia, luego de los esfuerzos de mercadeo de la compañía Agroindustrial Montaña Azul, una empresa familiar costarricense.

La yuca sale de la planta industrial de Montaña Azul, ubicada en Horquetas de Sarapiquí, explicó Pamela Arias, directora de operaciones de la empresa.

Costa Rica se mantiene como el principal proveedor de esta raíz al mercado estadounidense. El año pasado, las exportaciones alcanzaron 109.203 toneladas y un ingreso generado de $95,7 millones, según el portal estadístico de la Promotora del Comercio Exterior (Procomer).

Las colocaciones al exterior se centraban en producto fresco, es decir, la yuca tradicional. Posteriormente, el país comenzó a crecer en presentaciones en congelado y luego surgió el enlatado cocinado, listo para comer.

Estos esfuerzos por darle valor agregado al producto agrícola costarricense son de capital importancia en la carrera por competir con otros países en el mercado internacional y en mejorar el ingreso de los productores, declaró Laura Bonilla, presidenta de la Cámara de Exportadores de Costa Rica (Cadexco).

El Sistema de Información de Mercados (SIM), del Consejo Nacional de Producción (CNP), en su último Análisis y Monitoreo del mercado de la yuca (diciembre el 2019), determinó la diferencia de precio entre la yuca tradicional y la congelada.

Para el 2019, la yuca fresca parafinada presentó un precio promedio de $0,77 el kilogramo en el mercado estadounidense. La presentación congelada en trocitos obtuvo para ese año un valor promedio de $1,17 el kilogramo, de acuerdo con el análisis del SIM del CNP.

La presentación lista para comer es una etapa superior a las anteriores.

“El consumo de yuca en los Estados Unidos responde al denominado mercado étnico de poblaciones migrantes de Asia, África y América Latina principalmente”, señala el monitoreo del CNP.

Logro familiar

Pamela Arias explicó que Agroindustrial Montaña Azul es una empresa familiar, la cual se enorgullece de colocar productos costarricenses cada vez con mayor valor agregado.

Desde hace 24 años, añadió, envía productos al exterior, pero el avance en presentaciones con valor agregado es su constante. Coloca sus productos en Estados Unidos, países europeos como España, Francia y Bélgica; en Medio Oriente, en Líbano; en asiáticos como India y también en el Caribe, explicó.

La variedad de productos es grande. Palmito, yuca, piña, papaya, plátano, chile jalapeño. Ahora se envían congelados o enlatados listos para el consumo.

El logro ahora es poder ver en un anaquel de Nueva Jersey un producto costarricense que salió de la planta de Horquetas de Sarapiquí, listo para consumir y con la marca Montaña Azul, dijo Arias. Esto se cumplió en junio pasado, pues la compañía se mantiene en plena actividad, pese a la pandemia.

“Llegamos a Nueva Jersey con nuestra marca; estamos orgullosos de que un producto nuestro, con la marca local y que haya salido de una planta de una empresa familiar en Horquetas de Sarapiquí, esté en aquellos anaqueles”, dijo Arias.

Agregó que antes de la pandemia lograban contratos en otros países mediante la participación en ferias; todas las ferias se suspendieron y hubo que cambiar de estrategia: un seguimiento a un eventual cliente final permitió este logro, explicó.

Los productos de la marca Montaña Azul también están en anaqueles de supermercados costarricenses.

Bonilla exaltó este ejemplo como el camino a seguir por los exportadores. El valor agregado distinguirá Costa Rica en el sector de exportaciones en los próximos años y, en ese contexto, es fundamental dar el empuje final a una planta industrial y de investigación con ese fin, que está en proyecto desde hacer años en la zona norte, señaló la jerarca de los exportadores.