La Habana. AFP Guerlain, una de las perfumerías francesas más prestigiosas del mundo, reabrió sus puertas en Cuba después de medio siglo, en una nueva señal de apertura de la isla socialista al mercado de lujo que repudió por décadas.
Con 189 años de historia, la famosa marca abrió su tienda en el mismo edificio de La Habana donde funcionó por primera vez, hace exactamente un siglo.
El punto de venta está ubicado en la avenida de Prado, cerca del casco histórico, donde la casa francesa de modas Chanel organizó el año pasado su primer desfile en Latinoamérica en medio de edificios habitados y derruidos.
El pequeño local, de unos 20 metros cuadrados, con piso de baldosas blancas, estantes de madera y grandes vitrinas, no solo ofrece los productos de Guerlain, sino también de otras perfumerías como Dior, Givenchy, Hermes, Versace, Mugler, Azzaro, Loewe o Issey Miyake.
La variada oferta fue posible gracias a un acuerdo entre Guerlain y Saint Remy Trading, que administra la tienda y que desde hace 22 años importa productos de lujo.
Un perfume puede costar hasta $155, un precio imposible para la mayoría de cubanos que en promedio ganan menos del equivalente a $30.
Sin embargo, también se ofrecen fragancias menos costosas. “Lo bueno es que tienes la variedad, que puedes comprar” una fragancia desde $10 en adelante, señala Leannis Rodríguez, una joven clienta de 21 años.
Guerlain dejó la isla a mediados de los años sesenta, cuando la Revolución cubana impuso un modelo de corte soviético que criticaba el lujo.
Sin apartarse del socialismo, la Isla experimenta una cauta y lenta apertura al mercado que, de a poco, atrae a inversionistas, ricos y famosos.
La reconciliación diplomática con Estados Unidos, en el 2015, trajo de regreso los cruceros y los vuelos comerciales; también aumentaron las visitas de los exiliados en Miami, aunque persiste el embargo que castiga a la Isla.
El “95% de nuestra clientela son cubanos. Pueden ser cubanos radicados en Cuba, pueden ser cubanos que no radican acá y que quieren dar un regalo a la familia”, indicó Susel Ferrán, responsable de Saint Remy en Cuba.
Los turistas representan solamente el 5% de los clientes, agrega.
Guerlain, que en el 2016 facturó 37.600 millones de euros, pasó a manos del gigante de lujo LVMH en 1994, que además es dueño de marcas como Louis Vuitton, Fendi, Givenchy o Sephora.