Dos empresas exportadoras, una de hilos y otra de vinil, empujaron una ligera recuperación, el año pasado, en el valor las colocaciones del sector textil y de confección, aunque el rubro de prendas sigue en caída.
El año pasado, el valor de las exportaciones de textiles y de confección ascendió a $136 millones, con una recuperación desde los $126 millones del 2017 (8% más). Sin embargo, este rubro seguía con su continua caída en el 2017 pues, por ejemplo, el ingreso por sus ventas bajó de $147 millones, en el 2014, a $126 millones en el mencionado 2017, de acuerdo con las cifras del portal estadístico de la Promotora del Comercio Exterior (Procomer).
La Asociación Nacional de Exportadores de la Industria Textil (Aneit) explicó que el repunte del 2018 tiene dos razones: la exportación de hilasa desde una planta de capital coreano en Cartago, y la venta de viniles por parte de la compañía Proquinal. El vinil tiene una base de tela, parte que se incluye en las exportaciones de textiles y de confección.
Miguel Schyfter, presidente de Aneit, dijo que el repunte del año pasado se presenta específicamente por esas dos empresas de la rama textil, pues dicha asociación considera que el rubro de confección sigue cayendo en las exportaciones, aunque no tienen datos específicos y Procomer clasifica la categoría “textiles y confección”, que incluye las dos áreas sin desglose.
En 1997, las ventas del sector textilero lideraban las exportaciones costarricenses. Para ese año, se colocaron en el mercado internacional productos de ese tipo por un valor de $788,39 millones, mientras que las exportaciones totales de bienes de Costa Rica alcanzaron $4.111,8 millones. Estaba en su mejor momento la confección en el país.
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A partir del año 2000, por la competencia regional (El Salvador, Honduras, República Dominicana y Honduras, entre otros), se inició la pérdida de relevancia del sector textilero costarricense.
Eso llevó a la caída hasta los $126 millones del 2017 y los $136 millones del año pasado, mientras que las exportaciones totales de bienes del país sumaron $11.068 millones y $11.702 millones, respectivamente, en esos años.
Esto implica que el sector textil y de confección pasó de representar 19% del valor total de exportaciones de bienes, en 1997, a solo 1,1% el año pasado.
Algunas empresas de confección sobreviven, sin embargo, pese a la difícil situación del sector. Una de ellas es Calcefiel, una firma que se ha tecnificado y actualmente confecciona las medias deportivas para la marca Adidas en Estados Unidos.
Servicio al cliente
Daniel Goicoechea, presidente, y Aníbal Chaves, gerente general de Calcefiel, explicaron que la empresa se mantiene en el mercado por varias razones, pero quizá la principal, y que encierra a las demás, es el buen servicio al cliente, con cumplimientos adecuados en pedidos como colores, diseños y otros, y también en tiempos de entrega.
Dentro de los “secretos” está también que la empresa se especializó en un nicho o segmento de mercado, con dedicación a un producto, lo cual les permitió obtener altos niveles de eficiencia y competir con un proveedor chino para Adidas en Estados Unidos.
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También es relevante mantener todas las certificaciones ambientales y laborales al día, así como tecnificación. Calcefiel tiene en este momento 89 máquinas digitalizadas, que se alimentan de programas de diseño, color y otros aspectos específicos para garantizar la calidad de los calcetines.
Permite procesos como la inyección del color directamente en la fibra y evitar que la prenda de destiña, o reforzar la tobillera para mayor protección de esa área del deportista, o eliminar la costura en la puntera del calcetín para elaborar lo que se llama calcetín curvo de puntera perfecta.
La empresa, además, cuenta con 70 empleados con un promedio de experiencia de 20 años, muchos de ellos que vienen desde la anterior planta de los empresarios en San Ramón, y que viajan con transporte que les provee la empresa, para no perder el gran conocimiento acumulado de ellos.
En Calcefiel se parte de un hilo que se importa de Estados Unidos, se hace el tejido y se realiza la confección final de las medias. Por eso es una empresa de confección y no una maquila textil.
Esa combinación de factores les permite mantenerse en el sector y producir un promedio de 10.000 pares de medias al día, en tres turnos de trabajo, es decir, las 24 horas. Y se espera un crecimiento del 5% este año y sostener ese nivel de producción en el 2020.
Goicoechea y Chaves tienen muy claro que el sector textil y de confección se ha visto muy disminuido en Costa Rica y que, por tanto, las empresas deben reinventarse para seguir en esa área. El impacto más fuerte es en los costos de producción, los cuales se deben compensar con calidad, eficiencia y buena relación con el cliente, afirmaron.