La pyme DosMil50, dedicada a la fabricación de empaques compostables para la industria alimentaria y el comercio, informó de que inaugurará una nueva planta de conversión de bioplásticos en La Lima de Cartago, para la cual invertirá $900.000.
En las instalaciones se hará la transformación de materia prima en bioplásticos. Esto incluye procesos como el moldeo de resinas de almidón, la impresión de bioplásticos, el corte de rollos y la fabricación de diferentes tipos de bolsas para comercio e industria alimentaria, según explicó José Rafael González, propietario de DosMil50, a La Nación.
La empresa se especializa en la producción de empaques flexibles para la industria de alimentos y el comercio en general, utilizando materiales bioplásticos como ácido poliláctico (PLA), PBS, PBAT, celulosa y derivados de almidón. Estos materiales, conocidos como polímeros, se degradan por medio del compostaje.
El 50% de la construcción y equipamiento de la sede se financia con un crédito del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), mediante una línea de crédito enfocada en apoyar proyectos que minimizan el impacto ambiental. González explicó que la inauguración se hará a partir del 1° de noviembre, y actualmente se encuentran en la etapa de instalación de maquinaria y procesos.
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Según amplió el empresario, la nueva instalación será una de las primeras de su tipo en Latinoamérica y cubrirá la necesidad de empaques bioplásticos en la región centroamericana. “Creemos firmemente que será una herramienta crucial para facilitar la transición del plástico hacia alternativas más sostenibles”, agregó.
DosMil50 fue fundada en 2019 y actualmente emplea a 14 personas. Con la nueva planta de producción local, espera aumentar este número a 20 colaboradores durante este año.
En 2021, DosMil50 participó y resultó ganadora en el programa Greentech, informó la Promotora de Comercio Exterior (Procomer). Esta iniciativa permite escalar modelos de negocios de pymes y startups para apoyar su preparación para el levantamiento de capital. Surge a partir de una alianza entre Fundación Crusa, Procomer, el Instituto Nacional de Aprendizaje (INA), en colaboración con la incubadora regional Pomona Impact.
La iniciativa consiste en una etapa de incubación y otra de aceleración, donde a los emprendimientos se les brinda acompañamiento y guía en comercialización, mercadeo y ventas, así como en estrategia.
En un resumen ejecutivo presentado en el programa Greentech, la empresa indicó que las ventas pasaron de $68.000 en 2020 a $417.000 en 2021, año en el que alcanzó su punto de equilibrio. En aquel entonces, la pyme buscaba financiamiento por $250.000 para la implementación de maquinaria, capital de trabajo, compra de materia prima y generación de patentes, y ya exportaba productos a Panamá y Guatemala.