Intel, corporación tecnológica con operaciones en Costa Rica, anunció el cierre de su planta de Ensamblaje y Prueba en el país para trasladar esas operaciones a Vietnam y Malasia, según su informe financiero y un comunicado de prensa divulgados este 24 de julio.
Según el documento financiero, la decisión responde a un proceso para optimizar su infraestructura de manufactura y mejorar el retorno sobre el capital invertido.
“Como parte de este esfuerzo, Intel ya no continuará con los proyectos planeados en Alemania y Polonia. La compañía también tiene la intención de consolidar sus operaciones de ensamblaje y prueba en Costa Rica en sus sitios más grandes en Vietnam y Malasia“, se lee en el informe.
Asimismo, la empresa informó que reducirá “aún más” el ritmo de construcción de su planta en Ohio, Estados Unidos, con el propósito de alinear el gasto con la demanda del mercado.
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En el comunicado, la firma estadounidense confirmó el cierre paulatino de la planta de Ensamblaje y Prueba (ATM, por sus siglas en inglés). La empresa indicó que estas acciones son necesarias para seguir siendo competitiva en una industria dinámica.
“Costa Rica continúa siendo una parte clave de las operaciones globales de Intel, con más de 2.000 empleados de tiempo completo en Intel Products (Ingeniería) y en Intel Corporate (Servicios Globales)”, aseguró la multinacional.
En una conferencia con inversionistas, Lip-Bu Tan, director ejecutivo de Intel, explicó que deben construir capacidad operativa de forma “inteligente y cuidadosa”, ajustada a las necesidades de sus clientes y al modelo económico del negocio.
“Este enfoque es fundamentalmente distinto al camino que hemos seguido durante los últimos cuatro años. Lamentablemente, las inversiones en capacidad que realizamos en los últimos años resultaron imprudentes y excesivas. Nuestra infraestructura de fábricas se ha vuelto innecesariamente fragmentada”, comentó el alto ejecutivo en relación con las decisiones operativas tomadas por la empresa.
En una carta dirigida al personal, Tan reiteró que Costa Rica sigue siendo un sitio clave para la compañía. “Costa Rica sigue siendo un sitio grande e importante para Intel, que alberga equipos clave de ingeniería y funciones corporativas”, señaló.
No es la primera vez que Intel cierra su operación de ensamblaje y prueba en Costa Rica. En abril de 2014, la compañía atravesó un proceso de reestructuración que derivó en el cierre de la planta de manufactura de microprocesadores y en el despido de alrededor de 1.500 trabajadores.
En ese momento, el cierre y los despidos se realizaron en un plazo de seis meses. Ahora, la empresa afirma que consolidará el traslado de sus operaciones hacia Asia “a lo largo de los próximos meses”.

Recorte de personal
Intel también anunció que prevé un recorte sustancial de personal a nivel global como parte de una profunda reestructuración de sus operaciones, prevista para este 2025.
La empresa planea reducir su planilla a 75.000 empleados para finales de este año. Al 28 de junio, contaba con 96.400 empleados directos y otros 5.000 colaboradores en subsidiarias como Mobileye, lo que suma un total de 101.400 personas vinculadas a la firma.
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De acuerdo con Reuters, parte de los despidos ya se concretaron a inicios de julio. A finales de 2024, la compañía reportaba 99.500 empleados directos. De cumplirse el plan, la reducción alcanzaría los 24.500 puestos en un año.
“Los cambios que estamos implementando para reducir costos operativos, mejorar la eficiencia del capital y monetizar activos no estratégicos están teniendo un impacto positivo, mientras trabajamos en fortalecer nuestro balance general y preparar el negocio para el futuro”, comentó David Zinsner, director financiero de Intel.
En abril, Lip-Bu Tan confirmó una oleada de despidos en una carta dirigida a los empleados, sin especificar una cifra. Atribuyó los recortes a la necesidad de reducir costos e implementar cambios orientados a mejorar la productividad.
La empresa señaló en su informe que ya completó la mayoría de las medidas anunciadas el trimestre pasado, con el objetivo de reducir su fuerza laboral principal en aproximadamente un 15%.
Profundizan pérdidas
Durante el segundo trimestre del año, Intel reportó una pérdida neta atribuible a la compañía de $2.918 millones, cifra superior a los $1.610 millones registrados en el mismo periodo del año anterior.
La empresa detalló ciertos gastos extraordinarios que afectaron sus ganancias, como los costos por la reestructuración que está llevando a cabo la firma, que implicó $1.900 millones.
En cuanto a ingresos, la firma registró un crecimiento marginal de $26 millones, equivalente a 0,2%, al pasar de $12.833 millones en 2024 a $12.859 millones en el segundo trimestre de 2025.
“Nuestro desempeño operativo demuestra el progreso inicial que estamos logrando para mejorar nuestra ejecución y aumentar la eficiencia (...) Esto tomará tiempo, pero vemos oportunidades claras para mejorar nuestra posición competitiva, aumentar nuestra rentabilidad y crear valor a largo plazo para los accionistas”, expresó Tan.
Para el tercer trimestre de 2025, Intel proyecta ingresos de entre $12.600 millones y $13.600 millones, y mantiene su intención de reducir progresivamente el gasto como parte de la reestructuración y de su disciplina financiera.

