El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) evalúa incluir más ayudas estatales en la definición de ingreso que se utiliza para medir la pobreza.
En nuestro país se considera pobre el hogar cuyo ingreso no le alcanza para cubrir el costo de un grupo de bienes y servicios básicos, y en extrema pobreza aquel que ni siquiera le alcanza para la comida básica.
La medición incluye los ingresos por las ocupaciones principales de las personas y algunas ayudas permanentes como pensiones y becas.
No obstante, Diego Víquez, presidente del Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS) planteó que se deben incorporar las ayudas que entrega el IMAS, que incluyen 56.000 tipos de beneficios, las pensiones no contributivas, que reciben 70.000 personas y ayudas que ofrece el Ministerio de Educación, el Patronato Nacional de la Infancia y el Consejo Nacional de la Persona Adulta mayor.
Víctor Hugo Céspedes, vicepresidente del INEC y Juan Diego Trejos, investigador de la Universidad de Costa Rica, coinciden en que deben incluirse estas ayudas estatales; no obstante, señalaron que son difíciles de medir.
Argumentos. “Si se definen los pobres como aquellos cuyo ingreso no les permite comprar la canasta básica en un momento dado, no interesa el origen del ingreso y las transferencias corrientes en efectivo provistas por el Estado deberían ser parte de ese ingreso”, opinó Trejos.
El Grupo Camberra panel de expertos constituido por Naciones Unidas señalaron que las ayudas estatales deben incluirse en la definición, aunque reconocen que son difíciles de medir, dijo Céspedes.
Implicaciones. Los expertos señalan que si se logran incorporar las ayudas estatales en la definición de ingreso sería posible evaluar el impacto de las políticas sociales.
Trejos explicó que se podría contabilizar el ingreso antes de los subsidios para determinar la pobreza, y luego agregar los subsidios en dinero, e idealmente en especie, para determinar cuántos superan la línea de pobreza por este efecto y cuántos reciben estos subsidios sin ser pobres.
Además, los indicadores de pobreza podrían bajar. "Solo si incluyéramos los aportes del IMAS a los pobres del país, podríamos hablar de más de 2% menos en pobreza extrema", comentó Diego Víquez.
La búsqueda de un mecanismo para medir las ayudas podría retrasar la actualización en la medición de pobreza que se pretendía para este año.
La medición actual utiliza un grupo de bienes y servicios basados en las costumbres de las familias de referencia de 1988 y 1989.
El INEC inició en el 2006 el análisis para actualizar la canasta básica con base en las costumbres de gasto de los hogares de referencia del 2004 y el 2005 y pretendía aplicar la nueva medición este año.
Hoy se reunirán especialistas del IMAS, INEC, Estado de la Nación, el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo y de la Universidad de Costa Rica para evaluar el tema.
