
Fráncfort, Alemania. Lufthansa, el mayor grupo aéreo de Europa, anunció este lunes que suprimirá 4.000 puestos de trabajo para 2030, principalmente en Alemania, como parte de un plan para aumentar su rentabilidad en un momento en que la principal economía europea atraviesa una crisis.
Esta reducción de plantilla, la más importante desde la pandemia, se llevará a cabo “en concertación con los interlocutores sociales” y se centrará en los puestos administrativos más que en las funciones operativas, según informó la empresa alemana.
Estos recortes ya habían sido reportados por varios medios y fueron confirmados por Lufthansa, que celebra este lunes su jornada para los inversores en Múnich, donde también detalló sus objetivos financieros.
El grupo emplea 103.000 personas en las compañías Lufthansa Airlines, Austrian, Swiss, Eurowings, Brussels Airlines, y desde 2025, en ITA Airways. Además, cuenta con divisiones de transporte de carga y mantenimiento.
La empresa, que cerró 2024 con pérdidas, indicó que reducirá su plantilla mediante la digitalización, la automatización y la racionalización de procesos.
Lufthansa fijó nuevos objetivos financieros para 2028-2030: un beneficio operativo ajustado (margen EBIT) entre un 8% y 10%, un rendimiento ajustado del capital empleado antes de impuestos de entre 15% y 20%, y un flujo de caja libre ajustado de €2.500 millones anuales (unos $2.930 millones).
La aerolínea también prevé adquirir más de 230 nuevos aviones para 2030, incluidos 100 de largo recorrido, en lo que describe como “la mayor modernización de su flota en su historia”.
El grupo registró una caída en sus beneficios en 2024, un año marcado por huelgas y la normalización de los precios del transporte aéreo tras las alzas postpandemia.
Alemania atraviesa una crisis con dos años seguidos de recesión (2023 y 2024), débiles perspectivas para 2025 y la tasa de desempleo más alta en una década.
Entre los factores que golpean la economía alemana destacan el aumento de los precios de la energía tras la invasión rusa de Ucrania, la competencia de China, el retraso en nuevas tecnologías y la amenaza de aranceles de Estados Unidos.
Esta contracción también afecta a otros gigantes de la industria alemana como Bosch, que anunció la supresión de 13.000 puestos en Alemania de aquí a 2030.
