La Compañía Nacional de Fuerza y Luz (CNFL) tuvo que acudir a su casa matriz –el ICE– para hacerle frente a una deuda de ¢15.000 millones con inversionistas.
El Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) otorgó un crédito a su subsidiaria para que pudiera cancelar, el año pasado, una emisión de bonos de deuda colocados en el 2010 para la construcción del Proyecto Hidroeléctrico Balsa Inferior.
La CNFL reveló, en sus estados financieros del 2017, el financiamiento con el Instituto para hacer el pago del vencimiento de los bonos B-1 en setiembre anterior.
Óscar Hernandez, director de la Dirección de Administración y Finanzas de la CNFL, insistió en que sí era posible hacerle frente al pago de los acreedores; pero realizaron el refinanciamiento porque los ingresos por cobro a sus clientes no han sido suficientes para enfrentar los gastos.
"Las tarifas aprobadas en estos últimos años no han brindado los ingresos requeridos por la empresa para cubrir los gastos, por lo cual se recurre a los préstamos o convenios para lograr este objetivo", reconoció Hernández.
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Entre el 2013 y el año anterior, la empresa pública firmó seis convenios de financiamiento con el ICE. Cinco fueron para financiar la compra de energía que la entidad hace al Instituto para proveer electricidad a sus clientes.
La CNFL enfrenta, desde hace cuatro años, un estrecho panorama financiero debido al sobreendeudamiento asumido para la construcción de la planta Balsa Inferior, localizada en Los Ángeles de San Ramón, cuya capacidad de generación instalada es de 37,5 megavatios.
La inversión prevista para dicha obra pasó de $94 millones en el 2008, al iniciarse el proyecto, a $361 millones hasta su finalización.
La subsidiaria del ICE es la empresa pública encargada de proveer electricidad a 557.488 abonados de la Gran Área Metropolitana (GAM).
Resultado negativo
La compañía pública cerró, el año pasado, con una pérdida de ¢19.430 millones. Es el cuarto año consecutivo en que la CNFL finalizada con un resultado negativo en los últimos cinco años, según sus estados financieros.
Según Hernández, las complicaciones financieras de la empresa se fundamentan en rezagos tarifarios que no les permiten enfrentar sus egresos.
"Para el año 2017 se aprobó una tarifa menor a la solicitada y empezó a regir a partir de octubre 2017", recalcó el funcionario.
Los ingresos por la venta de energía ascendieron a ¢317.439 millones el año pasado, 9% menos frente al 2016, según los estados financieros.
Tal reducción generó una utilidad operativa de ¢1.044 millones, monto insuficiente para hacerle frente al pago de ¢20.000 millones de obligaciones financieras de la Compañía.
De hecho, la CNFL enfrenta, desde el 2015, una fuerte alza del pago de deuda. Para ese año, los desembolsos por créditos y bonos ascendieron a ¢17.348 millones, frente a los ¢5.082 millones del año previo.
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Para el 2016, fue de ¢22.320 millones y, el año pasado, se ubicó en ¢20.090 millones, muestran los estados financieros de la entidad.
El pasivo de la empresa pública finalizó, en el 2017, con un saldo total de ¢315.669 millones.
Pese a que las finanzas de la Compañía se estrujan, Hernández insistió en que sí ha sido posible hacerle frente al pago de los acreedores.
"La función de la administración financiera es buscar alternativas de sustitución o refinanciamiento de deudas con el fin de ir alineando los pagos con los ingresos", recalcó el jerarca.
Obligaciones inmediatas
Por otra parte, la CNFL enfrentará, entre el 2019 y el 2023, el pago de ¢87.588 millones en créditos.
El 65% de dicho pago está relacionado con la construcción de la planta Balsa Inferior, según los estados financieros de la empresa.
Mientras que el resto de los recursos son del pago de un financiamiento otorgado por el ICE, por ¢25.556 millones, para la compra de electricidad.
La empresa analiza realizar una reestructuración de su pasivo en los próximos años.
Entrevista con Óscar Hernández
Director de Finanzas CNFL: Tarifas no dan los ingresos para cubrir los gastos
Óscar Hernández, director de la Dirección de Administración y Finanzas de la CNFL, confirmó que la empresa pública enfrenta dificultades para afrontar sus gastos.
Sin embargo, enfatizó que sí tienen la capacidad para hacer frente a las obligaciones con sus acreedores.
– Los estados financieros de la CNFL muestran que, en el 2017, se cerró con una pérdida de ¢19.430 millones. ¿Cuáles fueron las razones del incremento de la pérdida?
– Para el año 2017 se aprobó un aumento tarifario inferior al solicitado y empezó a regir a partir de octubre 2017. Esta situación afectó los ingresos.
Los ingresos por ventas de energía se afectaron por el efecto tarifario.
– La utilidad de operación fue de ¢1.044 millones, frente a los ¢23.567 del 2016. ¿Por qué una reducción tan drástica, en solo 12 meses?
– La empresa mantiene el control de sus costos operativos y de operación, de tal forma que no se incremente el costo del servicio.
"La reducción de los ingresos obedece a que en el año 2016 se aprobaron tarifas para todo el año y que incluían rezagos tarifarios cuyo efecto finalizó en diciembre 2016; para el año 2017 se aprobó una tarifa menor a la solicitada y empezó a regir a partir de octubre.
– En setiembre del año pasado, la Compañía firmó un convenio con el ICE para realizar el pago al vencimiento de los ¢15.000 millones de los bonos B-1. ¿Por qué se recurre al Instituto para realizar el pago de las emisiones?
– Se firmó un convenio con el ICE luego de una valoración del mercado y fue la opción con menor costo financiero.
– Con el convenio del año pasado, es el sexto año en que el ICE brinda financiamiento a la CNFL para el pago de deudas. ¿Por qué pasa la Compañía tanto apuro para pagar sus pasivos?
– Las tarifas aprobadas en estos últimos años no han brindado los ingresos requeridos por la empresa para cubrir los gastos, por lo cual se recurre a los préstamos o convenios para lograr este objetivo.
– Sin el convenio, ¿hubiera podido la empresa hacer frente al pago de sus acreedores?
– Sí era posible hacerle frente al pago de los acreedores. La función de la administración financiera de la empresa es buscar alternativas de sustitución o refinanciamiento de deudas con el fin de ir alineando los pagos con los ingresos de la empresa; por tanto la sustitución de la deuda de los bonos ya estaba programada.
– Entre el 2019 y el 2023, la Compañía deberá cancelar ¢87.000 millones entre emisiones, créditos y financiamientos del ICE. ¿Podrá hacerle frente la empresa a sus obligaciones financieras de los próximos cinco años?
– Tal como se indicó anteriormente, la administración financiera de la empresa define la estrategias para hacer frente a las obligaciones, por lo cual se realizan los análisis y las propuestas para atender estas obligaciones, tal como se ha realizado en años anteriores. La CNFL nunca ha dejado de cancelar sus obligaciones.