Los ingresos tributarios del Gobierno Central a julio mostraron un menor crecimiento interanual en comparación con años anteriores, según los datos fiscales más recientes publicados por el Ministerio de Hacienda, este jueves 12 de setiembre. El monto acumulado pasó de ¢3.763.333 millones en julio del 2023, a ¢3.806.661 millones en el mismo mes de 2024.
Las cifras revelan que los ingresos acumulados por impuestos durante los primeros siete meses del año crecieron 1,15% interanual, cifra inferior al 4,73% registrado en el mismo periodo del año pasado respecto a julio del 2022. El crecimiento de estos ingresos ha venido desacelerándose desde 2022, luego de los fuertes incrementos que impulsó la reforma fiscal de 2019, con la excepción del 2020 debido a la pandemia.
Al analizar los ingresos como porcentaje del producto interno bruto (PIB), estos sí registraron una caída, retrocediendo a niveles de 2021. Pasaron del 8% en julio del 2023 al 7,7% en el mismo mes de este año.
Daniel Ortiz, economista y director de la firma Consejeros Económicos y Financieros (Cefsa), explicó que la tendencia se debe a que la reforma fiscal entró en una etapa de desgaste, lo que hace que los cambios que se hicieron para aumentar la recaudación ya no sean tan perceptibles.
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Ortiz añadió que varios factores afectan la recaudación tributaria, entre ellos, la caída en el tipo de cambio, que disminuyó los ingresos por el impuesto sobre los ingresos y utilidades (renta), el menor dinamismo del régimen definitivo y el aumento en el desempleo. También comentó que la baja inflación podría impactar los ingresos de las empresas, reduciendo la cantidad que estas deben tributar.
Aunque la recaudación del Impuesto al Valor Agregado (IVA), del impuesto a las importaciones y del selectivo de consumo han crecido, los ingresos por renta y los impuestos a la propiedad disminuyeron en términos absolutos, lo que Hacienda describió como “un deterioro significativo”.
El impuesto sobre ingresos y utilidades cayó de ¢1.482.009 millones en julio del 2023, a ¢1.404.321 millones en el mismo mes del 2024, una reducción de ¢77.688 millones. Por su parte, el tributo a la propiedad bajó de ¢120.386 millones a ¢82.576 millones en el mismo periodo, lo que representa una diferencia de ¢37.810 millones.
Según el informe de Hacienda, del total recaudado a julio, el 36,9% provino del impuesto sobre ingresos y utilidades (renta), otro 36,9% del IVA y el 26,2% restante de otros impuestos.
Además, los ingresos totales, que incluyen tributarios, no tributarios, contribuciones sociales, transferencias corrientes e ingresos de capital, también aumentaron de forma nominal. Alcanzaron los ¢4.291.724 millones en los primeros siete meses del año, frente a los ¢4.211.169 millones del mismo periodo en 2023. Sin embargo, los ingresos totales retrocedieron 0,2 puntos porcentuales del PIB.
Déficit financiero empeora
El Gobierno aún mantiene un superávit primario (ingresos superiores a los gastos sin incluir el pago de intereses), pero este se redujo en comparación con el año anterior. El superávit a julio del 2024 fue del 1% del PIB, 0,4 puntos porcentuales menos que el 1,4% registrado en julio del 2023.
Paralelamente, el déficit financiero, que incluye el gasto en intereses, empeoró, creciendo del 1,3% del PIB, en julio del 2023, al 1,8% en el mismo mes de este año. El Gobierno atribuye este deterioro a una reducción del balance primario de 0,4 p. p. y a un aumento de 0,1 p. p. en el pago de intereses, que pasó del 2,7% al 2,8% del PIB en el mismo periodo.
En términos absolutos, el pago de intereses alcanzó los ¢1.374.373 millones a julio del 2024, frente a los ¢1.258.224 millones del 2023. La mayor parte (80,3%) corresponde a deuda interna, mientras que el 19,7% es deuda externa.
Los intereses pagados al sétimo mes representan el 55,5% del total asignado para este rubro en el presupuesto nacional del 2024.
Relación deuda a PIB subiría en próximos meses
La relación deuda-PIB se ubicaba en 59,4%, equivalente a ¢29.212.104 millones. Comparado con diciembre del 2023, el indicador mejoró en 1,7 p. p., manteniéndose por debajo del 60% durante siete meses consecutivos. Sin embargo, el Marco Fiscal de Mediano Plazo 2024-2029 prevé que el indicador suba al 61% al final del año, lo que implicaría un aumento de 1,6 p. p. en los próximos meses.
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Según informó este medio, el Gobierno prevé que la relación deuda-PIB baje del 60% al final del año hasta 2026, aplazando así un año más la previsión que realizó Hacienda en marzo, pues inicialmente preveían que eso sucedería hacia finales del 2025.
Cerrar un año con una deuda inferior al 60% del PIB permitiría un alivio en la aplicación de la regla fiscal. La Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas establece que cuando la deuda supera ese valor, el crecimiento del gasto total, incluyendo el corriente y el de capital, no puede exceder el 65% del crecimiento promedio del PIB nominal.