En el 2024, la cantidad de tarjetas de crédito por habitante fue de 0,6, según el Banco Central de Costa Rica (BCCR). Expertos consultados por La Nación coinciden en que no existe una cifra máxima “ideal” de tarjetas de crédito por persona, pues esto depende de factores individuales.
De acuerdo con Andrés Sáenz, especialista de Tarjeta de Crédito en Grupo Mutual, dentro de estos factores se encuentran los ingresos, objetivos financieros, hábitos de consumo y capacidad real de endeudamiento de cada persona. Además, incide la administración responsable del tarjetahabiente.
“Para alguien que no sabe cómo administrar una tarjeta de crédito, de una en adelante es un peligro (...). Si uno sabe administrar su dinero y su endeudamiento en general, tener tres, cuatro o cinco para aprovechar millas, puntos o regalías, me parece totalmente válido”, dijo Danilo Montero, director de la Oficina del Consumidor Financiero (OCF).
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Aunque no hay un límite único, varios especialistas coinciden en que tres tarjetas pueden ser una buena cifra máxima.
Desde Grupo Mutual, recomiendan no exceder las tres tarjetas de crédito, siempre que el titular tenga una cultura financiera sólida y sea responsable con el uso y pago puntual de sus obligaciones. “Lo más importante no es la cantidad de tarjetas, sino cómo se administran”, indicó Sáenz.
En la misma línea, Laura Moreno, vicepresidenta de Relaciones Corporativas de BAC, y Pamela Campos, gerenta de Tarjetas de Crédito de Scotiabank, coincidieron en que un cliente puede manejar hasta tres plásticos.
Josué Rodríguez, CEO y fundador de la firma de asesoría Sirú Financiero, también respaldó ese límite máximo. Según sugirió, una se podría usar para gastos recurrentes, otra para utilizarla en el exterior —u otros fines específicos— y otra solamente para emergencias.
Fabuloso tener varias tarjetas, pero si no se tiene un control del gasto, ya una es suficiente para tener un descontrol en las finanzas.
— Danilo Montero, director de la Oficina del Consumidor Financiero

