
San José.
Más producto, menores precios y más marcas.
El atún en Costa Rica experimenta un fenómeno de expansión que transformó la canasta básica, la oferta de productos y la alimentación de los ticos.
En casi una década, el país pasó a importar casi siete veces más atún, las ventas al detalle del producto aumentaron en un 35% y el porcentaje de participación en la canasta básica ascendió en más de un cuarto desde la última metodología de cálculo del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).
Los datos de Procomer relacionados con la importación de preparaciones y conservas de atún, listado y bonito, pasaron de 2.453 toneladas en el 2007 a 16.474 toneladas en el 2015.
Una diferencia aún mayor se observa en la importación en millones de dólares del producto, que pasó de $7,4 a $60,7 millones por año en el mismo periodo.
Las ventas al detalle del alimento también crecen, según la firma de investigación Euromonitor, que registra los datos de ventas al detalle en Costa Rica de mariscos y pescados enlatados.
Aunque los datos incluyen otro tipo de pescados, más del 85% del mercado corresponde a atún en conserva.
Del 2007 al 2015, la investigación señala un aumento de un 24,5% en las ventas al detalle. *(Ver fe de errata)
Más marcas, más atún. “El consumo de atún crece a ritmos mayores que el crecimiento poblacional, lo que significa que es una de las proteínas más importantes para el costarricense y que sigue prevaleciendo entre sus preferencias”, manifestó Federico Alvarado, director general de Alimentos Pro Salud.

“Costa Rica es el cuarto consumidor per cápita de atún en el mundo. El consumo es el más alto de la región”, destaca.
Casi 30 marcas compiten con esta empresa.
Grupo Calvo, por ejemplo, afirma participar en un 16% del mercado con productos como Calvo o Gomes da Costa.
La empresa de origen español entró a competir en Costa Rica hace casi una década, cuando el mercado estaba dominado por solo una empresa.
“En el 2007, facturábamos $650.000 en Costa Rica y cerca de $1,5 millones en Centroamérica. El año anterior, cerramos en 21 veces esa facturación de la región”, dice Víctor Pérez, director comercial de Calvo.

El ajuste metodológico que realizó el INEC en junio del 2015 estima un mayor consumo del alimento en el país.
Por ejemplo, la metodología de julio del 2006 ponderaba al atún en un 0,63% de la canasta básica, pero actualmente, la ponderación es de un 0,80%.
“Esa modificación en la ponderación del artículo responde a la encuesta Nacional de Ingresos y Gastos (2013), de donde sale una gran cantidad de bienes y servicios de los que los hogares reportan como gastos”, explica Nelson Castillo, investigador del INEC.
Se trata de un fenómeno que revela una mayor importancia del producto en la dieta de los costarricenses, a pesar de que la nueva canasta básica pasó de 292 a considerar 315 artículos y amplió su área de cobertura para integrar zonas urbanas lejos de la Gran Área Metropolitana.
Menores precios. A todo este fenómeno, los precios también seguirán jugando un papel fundamental.
El índice de precios del consumidor (IPC) correspondiente al atún cayó un 14% desde junio del año pasado. “Es un comportamiento exclusivo del mercado”, indica Castillo, del INEC.
Federico Alvarado, vocero de Pro Salud, coincide con ese argumento. “Nuestra materia prima es un commodity y, como tal, está sujeta a los vaivenes del mercado a nivel mundial” explica.
“Todas las estrategias de protección del recurso atunero impulsadas por la Comisión Interamericana del Atún Tropical generaron una mayor disponibilidad del recurso. Ahora, el costo de la materia prima ha hecho que bajen los precios”, agregó.
En un panorama de precios bajos y mayor oferta, las empresas no dudan de que el fenómeno de expansión se mantenga en los próximos meses y mejore en Semana Santa.
De hecho, para esta semana, la Cámara de Comercio estima que el consumo de atún enlatado subirá en, al menos, un 25%.