La reciente Encuesta de Perspectivas Empresariales y Valoración de los Factores de Competitividad del Sector Industrial Manufacturero reveló los factores que amenazan el desarrollo de negocios en Costa Rica.
Los aspectos señalados por los empresarios con mayor incidencia negativa en la competitividad fueron las altas cargas sociales, la infraestructura (puertos, carreteras, etc.), la apreciación del tipo de cambio, el costo de la energía eléctrica y la disponibilidad de recursos humanos en el mercado, según el estudio publicado este miércoles 9 de julio
La encuesta, en su decimosexta edición, se realizó entre 111 empresas del sector industrial formal de tres o más trabajadores durante el 20 de marzo y el 20 de junio de 2025. El estudio tiene un 95% de nivel de confianza, con un 3,1% de error promedio de muestreo por estrato
La Cámara de Industrias de Costa Rica (CICR), por medio de un comunicado de prensa, destacó que las variables que más escalaron en el ránking con respecto a la medición de 2024 fueron la infraestructura, el talento humano y la seguridad ciudadana. Este último pasó del lugar 9 al 6.
Sergio Capón, presidente de la CICR, señaló que los resultados de la encuesta 2025 demuestran que hay factores estructurales que, lejos de mejorar su condición, se consolidan como los principales obstáculos para competir.
“El tipo de cambio, las altas cargas sociales y la limitada disponibilidad de talento humano calificado se mantienen desde 2023 como las principales amenazas a la competitividad empresarial. Esta reiteración confirma la necesidad de abordarlos de manera sistémica y prioritaria, como parte de una estrategia país de largo plazo”, apuntó.
Amenazas por tipo de régimen
Los resultados por tipo de régimen reflejaron que, en el caso de la zona franca, los factores de mayor incidencia negativa en la competitividad son el tipo de cambio, la disponibilidad y calidad del recurso humano, los trámites y permisos, y la infraestructura.
Las empresas del régimen de zona franca gozan de incentivos y beneficios fiscales.
En el caso del régimen definitivo, es decir, empresas que pagan el impuesto sobre la renta, los principales factores mencionados fueron: las altas cargas sociales, tipo de cambio, competencia de las empresas informales, costo de la energía eléctrica y disponibilidad de talento humano.
La Cámara indicó que, por tamaño, las grandes empresas del régimen definitivo colocan en primer lugar el precio del dólar, seguido por la infraestructura y la disponibilidad de talento humano.
En tanto, las pequeñas y medianas empresas (pymes) consideran que las cargas sociales, la competencia con la informalidad y el tipo de cambio son los principales factores que afectan su capacidad de competir.
El 45,1% de las empresas encuestadas fueron calificadas como grandes (más de 100 trabajadores) y 54,9% como pymes (22,5 % medianas y 31,5 % pequeñas). El 74,8% fueron empresas del régimen definitivo y el 25,2% de zona franca.
“Los resultados de la encuesta muestran que hay factores estructurales que persisten y vienen minando la competitividad de las empresas y, por ende, la capacidad del país para crecer con empleo formal y desarrollo. Estos factores deben abordarse con sentido de urgencia, visión de país y acciones multisectoriales”, insistió Capón.
De las 753 de empresas afiliadas por la CICR, el 15% son del régimen de zona franca y el resto pertenecen al régimen definitivo.

