Costa Rica busca revivir el cultivo de café Robusta, un tipo de grano considerado de menor calidad que el Arábigo y cuya siembra se prohibió en el territorio nacional desde 1988.
El intento de reactivar el cultivo se basa en dos columnas.
La primera de ellas son dos ensayos desarrollados por el Instituto del Café de Costa Rica (Icafé), uno en Pérez Zeledón y otro en Turrialba, los cuales se establecieron tras aprobarse una moción en el Congreso Nacional Cafetalero del 2009.
La segunda es el establecimiento de una comisión interinstitucional, a inicios de este 2016, la cual definirá si es recomendable o no la reactivación.
El grupo lo integran representantes de todos los sectores de café (productores, beneficiadores, tostadores y exportadores), el Icafé y el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), y está a pocas semanas de emitir su informe, reconoció Ronald Peters, director ejecutivo del Icafé.
El objetivo principal es sustituir las importaciones de los últimos años por cosecha nacional, por un lado, y por otro, reactivar económicamente zonas marginales de baja altitud donde el café Robusta sería una buena actividad productiva.
En eso coincidieron Peters y el presidente de la Cámara Nacional de Tostadores de Café, José Manuel Hernando.
Costa Rica aumentó las importaciones de café para consumo interno en los últimos años, tanto por una caída en la cosecha como porque se exporta más producción nacional por su alta calidad.
Cambio. Hernando aseguró que no se trata de ninguna manera de sustitución de áreas actualmente sembradas con la variedad arábiga sino de utilizar otros terrenos ubicados en bajas altitudes.
Carlos Fonseca, gerente técnico del Icafé, explicó que la variedad Robusta es de mucho mayor producción que la arábiga y que se cultiva en zonas entre los 300 y 600 metros sobre el nivel del mar, mientras que la arábiga se siembre por encima de los 1.600 metros sobre el nivel del mar.
Aseguró que otra ventaja es la maduración tardía de la Robusta. Dijo que en Pérez Zeledón, por ejemplo, la mayor maduración de las arábigas se daría en octubre, mientras la de Robusta (la variedad Conilón es la que se investiga en ensayos), en diciembre.
Esa situación permitiría un mejor uso de la mano de obra para recolección y prolongaría el periodo de ingreso de recursos para las familias recolectoras.
Sin mezclar. Peters y Hernando afirmaron, por separado, que todos los temores acerca de una eventual mezcla de variedades tanto en áreas de siembra como al beneficiar el grano ya se superaron, pues eso no sucederá.
Según Hernando, el cultivo de café Robusta traerá riqueza a zonas marginales y tiene mucho más rendimiento que las plantas de la variedad Arábiga.
Reconoció que, inicialmente, se utilizaría el café Robusta para consumo interno, pero recordó que a escala internacional presentaciones como el expreso tienen un alto componente de esa variedad junto con Arábiga.
Por eso, dijo, también es muy factible que Costa Rica llegue a exportar esa variedad.
Agregó que Costa Rica tiene capacidad ociosa instalada en beneficios, pues se redujo la cosecha, y con este plan se reactivará el uso de esas instalaciones.