Una de cada ocho aves del planeta –el 12,5%– enfrenta el peligro de extinguirse porque el incremento mundial de las temperaturas, las largas sequías y los fenómenos meteorológicos extremos están alterando negativamente sus patrones de reproducción y migración, y disminuyendo la cantidad de alimento disponible.
La advertencia la hicieron ayer científicos de todo el mundo al publicar en Internet ( www.iucnredlist.org ) la última actualización de la Lista Roja de especies en peligro de la Unión Mundial para la Naturaleza (UICN).
Esta Lista Roja es el documento con más autoridad sobre el estado global de plantas y animales. La utilizan 50 gobiernos como parámetro para destinar recursos a la conservación.
En la nueva actualización del documento destacan 1.226 especies de aves amenazadas de entre las 9.956 especies registradas por los científicos hasta ahora.
Unas 190 de estas especies de aves están incluidas en la categoría de en peligro crítico o grave, ocho más que el año anterior.
Además, 24 especies más como el llamado zarapito real (ave oriunda de Europa, África y Asia) y la tallareta cuellalarga (pájaro pequeñito de los Pirineos) subieron de categoría hacia un nivel mayor de amenaza de extinción.
Los cinco países con el mayor número de especies de aves amenazadas son Brasil, con 141 especies; Indonesia, con 133; Perú, con 106; China, con 102, y Filipinas, con 92 especies.
La Lista Roja incluye tanto aves acuáticas como terrestres.
Nuevas enlistadas. Ocho son las especies de aves que se incorporaron a la categoría máxima de riesgo de extinción en la última Lista Roja . Estas son: el albatros de Tristán o pájaro carnero (de 3,6 metros de largo), el correlimos cuchareta, ave originaria de Asia que anida en Siberia; el pájaro hormiguero tororoi tachirense, de Venezuela, y el orugero de la isla de Reunión (África oriental), un pequeño pájaro gris.
Completan la lista el cuervo de las Marianas, el sinsonte de Floreana, al que se le considera uno de los más raros del mundo; el amarillento akeki, endémico de Hawai, y el semillero de Gough, que destaca por su llamativo color verde.
Buenas noticias. Según la Unión Mundial para la Naturaleza, serias campañas de conservación ya lograron que dos especies de aves experimenten mejorías en la salud de sus poblaciones. Estas son la dúcula de Marquesas ( Ducula galeata ) y el kiwi moteado menor ( Apteryx owenii ).
Además, cuatro especies disminuyeron levemente su riesgo de desaparecer. Entre ellas, la perdiz santandereana ( Odontophorus strophium ), la dúcula de Marquesas ( Ducula galeata ), el colibrí de alas blancas ( Aglaeactis aliciae ), pita de Guerney ( Pitta gurneyi ). Otras dos solo se consideran vulnerables: el batará de Rondonia ( Clytoctantes atrogularis ) y el zorzal de Somalia ( Turdus ludoviciae ).
“Esto demuestra no solo que las acciones de conservación funcionan, sino que resultan vitales para prevenir la extinción de estas y otras especies”, dijo Stuart Butchart de la ambientalista BirdLife en el comunicado de UICN.