
Un equipo de arqueólogos del Instituto Nacional Francés de Investigación Arqueológica Preventiva (INRAP) encontró 15 antiguas tábuas de madera dentro de un pozo romano en Izernore, al este de Francia.
Las excavaciones, iniciadas en 2020, se realizaron en cuatro pozos ubicados en una zona que durante el periodo romano fue conocida como Isarnodurum. Esta área funcionaba como un importante centro comercial que enlazaba rutas hasta Lugdunum, actual Lyon.
En el lugar, se ubicaban talleres, un templo romano dedicado a Marte, baños, residencias y otros edificios públicos. Durante los trabajos, también se descubrieron objetos de uso cotidiano, como peines, espirales de fuso, suelas de madera de zapatos y pequeñas cajas.
Los especialistas indicaron que los objetos estaban hechos de madera trabajada artesanalmente, una tradición de la región. Los peines hallados, por ejemplo, se habrían producido hace aproximadamente 2.000 años.
Las 15 tábuas encontradas presentaban diferentes características. Algunas eran simples, de una sola hoja. Otras se presentaban unidas como si fueran un pequeño cuaderno.
¿Para qué se usaban estas tábuas romanas?
Durante el Imperio romano, las tábuas de madera se utilizaban como herramientas para escribir, enseñar y registrar información. Una de las piezas tenía una palabra grabada, que los arqueólogos sospechan que podría haber sido un nombre.
Otra contenía seis líneas escritas con tinta, lo que sugiere que fue reutilizada. Según los expertos, este tipo de tábuas solían tener una cavidad en la madera para colocar cera, y luego escribir sobre ella con un estilete. La pieza encontrada, al tener tinta y no cavidad, se habría usado de forma distinta.
Entre los artefactos también se encontraron dos suelas de zapatos hechas de madera. Una de ellas tenía forma más grande, con pequeños clavos alrededor y fragmentos de cuero en la parte delantera. La otra, de menor tamaño, tenía una abertura para insertar una tira de cuero entre los dedos, similar a una sandalia.
Ambas piezas eran pequeñas. Los investigadores estiman que pertenecieron a niños de entre 4 y 7 años.
Todos los objetos forman parte de la exposición llamada “Pozo del Conocimiento, 240 Años de Excavaciones en Izernore”, instalada en el Museo Arqueológico de Izernore.
Este hallazgo destaca por el estado de conservación de la madera, una rareza en sitios arqueológicos romanos, debido a la fragilidad del material. La humedad del pozo contribuyó a preservar los objetos durante siglos.
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