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“Mi mamá es una de las personas más importantes de mi vida. Si ustedes supieran lo buena mamá que ha sido ella no dudarían de la felicidad que tengo yo de darle una oportunidad de vivir”.
Con esas palabras, Bianca Oviedo Lorío resumió este viernes las motivaciones que hace mes la llevaron a donar una parte de su hígado a su mamá, Jeannette Lorío del Castillo.
A la hija, de 32 años, le quitaron el lóbulo derecho del hígado para darle nueva oportunidad de vida a la madre. El procedimiento se realizó el 11 de abril en el Hospital Calderón Guardia, fue el primer trasplante de hígado con donador vivo en adultos que se realizó en el país.
Aquella cirugía era la última esperanza de la paciente, de 60 años.
El hígado cumple funciones trascendentales para el organismo, pues regula la mayoría de los niveles de sustancias químicas de la sangre y secreta una sustancia denominada bilis, que ayuda a transportar los desechos.
Toda la sangre que sale del estómago y los intestinos pasa por el hígado. Este órgano procesa esta sangre y separa sus componentes, los equilibra y crea los nutrientes. También descompone los medicamentos para que sean más fáciles de utilizar por el resto del cuerpo.
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“Ha sido bastante duro, la cirugía y ahora sigue el proceso de recuperación, que ha sido bastante rudito, pero con el apoyo de todos me siento segura”, afirmó la madre.
Los donantes cadavéricos no son la única opción para trasplantes de estos órganos. Cuando hay una alta compatibilidad (como es usual en familiares cercanos) un trasplante de donante vivo es una opción, como en ese caso.
Como el hígado tiene la capacidad de regenerarse solo, dentro de poco tiempo, Bianca tendrá un órgano funcionando como antes.
19 horas de procedimiento
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Bianca Oviedo Lorío le donó parte de su hígado a su madre, Jeannette Lorío del Castillo. Fotografía: CCSS
De esta intervención participaron 42 personas, dentro de los que destacan profesionales en enfermería, personal de cuidado intensivos, banco de sangre, cirugías, gastroenterología, anestesiología, radiología, patología, farmacia, psicología, psiquiatría, trabajo social, infectología, nutrición, transportes, soporte nutricional y la coordinación hospitalaria de donación y trasplantes.
Para ello, más de 20 personas fueron a Corea a capacitarse, porque allí es donde está uno de los principales centros de trasplante con donante vivo del mundo.
El procedimiento tuvo una duración cercana a las 19 horas, relató Vanessa López Jara, coordinadora de trasplante intraabdominal del Hospital Calderón Guardia.
Se trabajó en dos salas de cirugía contiguas, una para la madre y otra para la hija. En una de ellas, a Lorío se le removió la totalidad de su órgano enfermo y, en la otra, a Oviedo le extirparon el lóbulo derecho.
A esta porción del órgano se le puso inmediatamente en una solución de conservación y se realizaron las reconstrucciones vasculares. Ya con esto, se le trasplantó el lóbulo derecho a la madre.
La donante permaneció cuatro días en el hospital y, la receptora, ocho.
López aseguró que la cantidad de hígado que una persona puede donar, así como la que otra puede recibir, depende de su peso y talla. Es parte del protocolo pretrasplante.
“Se hicieron los cálculos de cuánto era seguro donar para Bianca y si era suficiente para Jeannette. A estos nos ayuda la gente de Radiología. Pero ambas son muy similares de talla y peso y eso ayudó”, concluyó la especialista.
