Un niño de tres años y nueve meses , víctima del accidente con gas en una soda en Alajuela, fue la primera persona en beneficiarse de una membrana amniótica del Banco Nacional de Tejidos.
Las quemaduras en la cara y una oreja no reaccionaban ante la piel de donante cadavérico, y este tejido proveniente de una placenta fue la opción que le ayudó a regenerar su rostro.
“Tenía quemaduras muy graves, y aunque su cuerpo reaccionaba muy bien con la piel del Banco, no sucedía lo mismo con la cara y la oreja; entonces, la coordinadora del Banco de Tejidos sugirió usar la membrana”, comentó Carlos Siri, jefe de la Unidad de Quemados del Hospital de Niños.
La membrana amniótica es la membrana interna del saco fetal. Estos tejidos son ricos en nutrientes y proteínas que ayudan a que la piel de un área tan sensible como el rostro pueda regenerarse mejor.
“La membrana amniótica tiene todos los nutrientes que un bebé adquirió durante su desarrollo en el vientre materno, al ser un tejido ‘vivo’ lo hace ideal para tratar un área tan sensible como su cara”, explicó Marlen Herrera, coordinadora del Banco Nacional de Tejidos.
El procedimiento. Colocar este tejido en el menor no fue tarea difícil. Según explicó Siri, este tejido se adhiere fácilmente a la piel.
“La membrana tiene proteínas que cuando ‘secan’ se adhieren al tejido del paciente. Otra ventaja es que las quemaduras le dieron inmunosupresión al paciente (no tiene ‘defensas’), y entonces no genera rechazo a este nuevo tejido”, aseguró el especialista.
Las membranas usadas en trasplante llevan un proceso especial.
Estas se obtienen cuando hay partos por cesárea pues existe menos riesgo de contaminación que en alumbramientos naturales. Estos tejidos llevan un tratamiento especial, con proteínas y medios de cultivo, y permanecen almacenadas en el laboratorio a -90 °C.
Una vez que están almacenadas, debe esperarse seis meses pues se debe realizar un examen para comprobar si la donante tiene enfermedades infecciosas como VIH, hepatitis, sífilis, gonorrea, o bien males autoinmunes, como el lupus.