
El inicio de las celebraciones de fin de año expone a perros y gatos a uno de los periodos más estresantes del calendario. El aumento de los fuegos artificiales genera episodios de ansiedad, desorientación y conductas de huida que ponen en riesgo su bienestar.
Especialistas en salud animal advierten que el miedo a la pirotecnia no constituye un hecho aislado. Se trata de una amenaza recurrente durante esta época. Desde la experiencia clínica, se registra un incremento de consultas por ansiedad y estrés asociados al ruido, especialmente en las noches de mayor actividad festiva.
De acuerdo con profesionales vinculados a la empresa de productos animales Gabrica, la prevención resulta la herramienta más efectiva para reducir el impacto del ruido. La preparación anticipada del entorno, la identificación de los momentos de mayor intensidad sonora y el uso de apoyos complementarios permiten mejorar la calidad de vida de las mascotas durante estas fechas.
Los veterinarios señalan que acciones simples, aplicadas de forma constante, marcan una diferencia significativa. La recomendación principal consiste en no esperar al último momento, ya que la tranquilidad del animal depende de medidas previas y sostenidas.
Recomendaciones para disminuir el impacto del ruido
La empresa Gabrica compartió una serie de estrategias enfocadas en el cuidado preventivo y el acompañamiento emocional de perros y gatos durante las festividades de fin de año.
Una de las principales medidas consiste en crear un refugio seguro dentro de la vivienda. Este espacio debe incluir cama, agua, alimento y juguetes. Se sugiere incorporar música relajante y esencias florales que ayuden a generar un ambiente de calma.
Otra acción clave apunta a evitar fugas. En el caso de mascotas que permanecen en exteriores, se recomienda el uso de collar y correa para prevenir escapes provocados por sobresaltos.
El uso de feromonas sintéticas también figura entre las opciones disponibles. Estos productos liberan señales químicas que ayudan a inducir una sensación de tranquilidad, especialmente en perros sensibles al ruido.
El contacto físico controlado puede resultar beneficioso en algunos casos. Abrazos suaves o el uso de bandas de presión se consideran útiles siempre que el animal los tolere y no aumenten su incomodidad.
Los especialistas recalcan que no se debe castigar ni regañar a las mascotas por manifestar miedo. Estas acciones incrementan los niveles de ansiedad y agravan el problema. Ante reacciones intensas o persistentes, se recomienda solicitar una cita con un etólogo o médico veterinario.
En casos de fobia al ruido, los expertos destacan la aplicación del contracondicionamiento bajo supervisión profesional. Las esencias florales se mencionan como un apoyo complementario dentro de un abordaje integral.
*La creación de este contenido contó con la asistencia de inteligencia artificial. La fuente de esta información es de un medio del Grupo de Diarios América (GDA) y revisada por un editor para asegurar su precisión. El contenido no se generó automáticamente.
